Page 18 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
La defensa del obispo Moscoso: Cargo 1º
resolucion por lo que es la maior falcedad decir que vuesa señoria ylustrisima
lo huviese perseguido.— Por el mismo correo le escrivi al padre maestro frai
Tomas Aztui Provincial en aquel tiempo, para que sujetase al padre lector, a
fin de que no usase en esta capital la fasilidad en el hablar que practicó en el
Cuzco, previniéndole era mucha la ambicion que havia notado en este religio-
so, pues ya se creía mediante la denuncia y los referidos ymformes, no menos
que de Obispo.— Este es ylustrisimo señor todo el hecho de la verdad en el
que segun esta de manifiesto ni vuestra señoria ylustrisima, ni superior algu-
no de la religion le puso, ni directa ni indirectamente el mas leve embarazo en
orden a la denuncia, que hizo a los jueces reales en la ciudad del Cuzco, pues
la hizo sin que vuesa señoria ylustrisima supiese tal denuncia ni yo tampoco
y quando se supo fue despues que ya el Padre Lector la havia publicado casi a
todos los vesinos, del Cuzco como es cierto evidente y demostrable. Por esto
me es sumamente doloroso saver que dicho Padre Lector haya publicado, que
se le embarazó la denuncia, pues no se yo de que modo pudo hacerla mas
publica del que la hizo, ni encuentro en que pudiese consistir la persecucion
de vuesa señoria ylustrisima, pues como ya tengo dicho en esos mismos dias
salio para esta capital solo en virtud de mi orden. Yo le preguntaria al Padre
Lector, si quando hizo la denuncia en el Cuzco a los jueses reales la hizo con
la fidelidad, que devia hacerla como verdadero vasallo de nuestro soberano,
o no, si la hizo como no declaro todo quanto savia y supo por la confecion?
Savia acaso por revelacion o por adivinanza, que yo le havia de despachar a
esta ciudad. No por cierto, por que esto lo repugnava y estava mui lexos dello
¿pues por que no declaró integramente todo lo conducente a la rebelion para
que alli se tomasen, a proporcion las cautelas y que los jueses diesen parte al
exelentisimo señor — Virrey de todo lo que pasava? A qui es ylustrisimo señor
donde se descubre la sobrada malicia de este religioso pues todo esto es arte,
para lograr ymformes a su favor creyendo por este medio lograr protexcion
en los superiores· y asegurar con ellas sus adelantamientos, abominable ob-
jeto de la desenfrenada livertad con que se ha producido pesando mas en su
irreflexa consideración este efecto de su ambicion que la inosencia de muchos
sujetos a quienes me aseguran sahiere en común y es cosa digna de notarse
que haviendo en el discurso o termino de quatro años tomado los jueses rea-
les declaraciones o confeciones a tantos reos de estado ni a ellos ni a confezor
alguno hayan estos declarado complice alguno de reputación y solo al Padre
Lector le haya acontesido esto como que el cielo se lo guardava por medio de
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