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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
Indios de que no siguiesen los errados pasos del insurgente José Gabriel Tupa
Amaro, y que de esta verdad está satisfecho el declarante, por haver experi-
mantado los frutos de la lealtad del suplicante, pues haviendo estado enfermo
en cama en su estancia el declarante, que dista Legua, y media de este Pueblo
iba los mas de los dias el mencionado Doctor Don Josef Sauaraura a conferir,
y que lo dijo varias veces de que supiera perder la vida havia de ir donde estaba
el traydor Tupa Amaro, a predicarle, diese de mano a sus herrados intentos
pues de ellos devian resultar lastimosas ruinas a los naturales del reyno, y mas
le dijo de que si estuviera en sus manos le havia de entregar vajo de seguridad
en el Cuzco, o de no muerto, y que deceaba con ancia bajar donde estaba con
el fin de esplorar los intentos del Rebelde, y de ellos dar parte a los Españoles,
y dice el declarante de que estando en esta conferencia binieron unos Indios
pastores de la Estancia de la Iglesia nombrada Hapo dando noticia que los
Indios rebeldes del pueblo de Asilla estaban destrosando las obejas de dicha
estancia a donde fué dicho Doctor a defender el ganado, y de buelta hizo lle-
gar a la estancia del declarante dos Indios a quienes los azotó por el daño que
havian hecho, y pocos días de lo dicho se ausento el declarante para la Villa
de Puno de donde paso a la ciudad de Arequipa donde tubo noticia por el
Doctor Don Andrés Aragón de que en el Pueblo de Ayavire havia Libertado el
suplicante a muchas españolas, y sacerdotes, que ivan presos en compañía del
infame Tupa Amaro, a quien le pidió con muchos ruegos no incomodarse de
aquel modo a la Gente Española, y con lo dicho serró esta su declaración de la
que se la leyó de principio a fin, y dijo no tenia que añadir ni quitar, y que se
afirmaba y ratificaba en lo que tiene dicho, so cargo del juramento, que fecho
tiene, dice tener quarenta, y un años, de edad, y no tocarle las generales de la
Ley, y para que conste lo senté por diligencia con los testigos, que se hallaron
presentes, quienes firmaron conmigo.— Phelisiano Daza.— Simión Josef de
Daza.— Esteban Ruano.— Vicente Perlacio
Otros. En trese días del Mes de Agosto de mil setecientos ochenta
y tres en este predicho pueblo, paresia ante mi el suplicante, y presentó por
testigos a Don Juan Francisco Daza, Don Josef Sanches, y Gregorio Perales,
Vesinos Españoles de este dicho pueblo a quienes les resiví juramento, y lo hi-
cieron, por Dios Nuestro Señor, y una señal de cruz bajo del qual prometieron
decir la verdad de lo que supieran, y fueren preguntados, y siendolos dijieron,
que con motivo de haver quedado pricioneros, y cautivos entre los Indios todo
el tiempo de la rebelion, hasta que las tropas españolas abansaron estos
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