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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            de consuelo en aquella tan agria estación, pues vieron libertados otros sacer-
            dotes con pricioneros mios, muchas mugeres españolas de Pucará, Santiago,
            y las de este Pueblo, que ya estaban dispuestas a caminar con él o morir, pero
            no solo se libertaron, si también fueron restituidas de sus bienes Andrés Cas-
            telo les quitó y saqueó, siendo este reprehendido, por el suplicante, y para la
            maior prueba de estos efectos, en el seminterio de este pueblo, les platicó a los
            Indios en presencia del rebelde, diciendoles que se aquietacen y sosegacen, y
            no matasen en adelante a ningún español, y que se subordinasen a los señores
            sacerdotes, y que asi mismo no consumiesen los ganados de las estancias de
            Españoles e Iglesias, y sobre estas consiguió se fijasen carteles en todas las
            puertas de las Iglesias, no las disipasen y que las respetasen, y cuidassen. To-
            dos fueron efectos del amor y zelo del suplicante, pues conocimos se devian a
            sus exortaciones, sosegasen muchas malas consequencias. Ultimamente estoy
            cierto de que despues de su buelta del Cuzco con los pliegos del Señor Vici-
            tador General estuvo tan mal recibido del Rebelde su muger, y sus sequaces,
            pues la subsistencia de su vida la tuve por milagrosa y admiré su valor que solo
            por amor y servicio de Dios, y del Rey podrá haverse arrojado a venir a pre-
            sentarse al cuerpo de aquel bárbaro y su caterba, esto es lo que consta, y sé, y
            juro in verbo sacerdotis tacto pectare, todo lo que certifico y me ratifico, para
            que pueda parecer judicial o extrajudicialmente, donde mejor le combenga y
            para que asi conste, lo firmé en dicho dia mes y año.— Blas Sanchez Cazorla.
                    Certificación.— Certifico en quanto pueda y aya lugar en derecho yo
            el Lizenciado Don Pedro Landa e Iturrisarra, clérigo presbítero como estando
            yo en el pueblo de Tinta, preso por orden de Josef Tupa Amaro, por haver
            predicado a la jente en el Pueblo de Siquani, y escrito al Doctor Don Miguel
            Martines, asumptos condusentes al Real Servicio de Su Majestad que Dios
            Guarde, la que mi mismo propio fué y se la entregó en mano propia al referido
            Tupa Amaro, y en este interbalo de mi prición llegó el Licenciado Don Josef
            Sauaraura, a este Pueblo en compañía del Lizenciado Don Juan Bautista Mo-
            rán, cura Coadjutor del Pueblo de Hururillo, de quienes oí decir que venian
            presos por auto y carta del enunciado rebelde, y por sersiorarme me ratifiqué
            de ellos quienes me dieron cuenta del modo de su venida, y porque: Pasados
            algunos dias el predicho Eclesiástico bajó al Cuzco llebando carta del referido
            Tupa Amaro, y al tercer día de su ida se vió en este Pueblo, como el dicho Don
            Josef había predicado en Quiquijana exortando a la gente que sin perdida de
            tiempo se pasaran a las tropas españolas, y que no lo haciendo moririan todos,



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