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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II

                    Supongamos que esta especie de gente racional y discursiba atribuyese
            las alegadas razones a pretestos con que disculpaban su deserción; pero que
            duda les habra quedado, cuando no solo oigan lo mismo a los que constantes
            se mantuvieron en el ejercito sino que tambien publican que en su retribución
            de sus buenos servicios los molestaron infinito para satisfacerles sus alcances,
            y que muchos de ellos prefirieron el irse a cuidar de sus casas y familias al in-
            teres de haber que alcanzaban?
                    Otro motivo del general disgusto en los hombres de honor, y en otros
            buenos basallos celosos del servicio de su Majestad es el que a los que van
            de Comandantes de expediciones cuando a su regreso entregan las cuentas
            del dinero que recibieron para sus tropas se les molesta en el ajuste de ellas y
            satisfacción de los alcances que hace la tropa lo que no hay ejemplar alguno
            que haya regresado de expedición sin haber considerables alcances a la Real
            Hacienda (sin embargo de los desertores que siempre tienen), por la excesiva
            economía con que se ministran los caudales, desasonando tambien con repa-
            ros poco decorosos a los mismos Comandantes; y para prueba, bastaran dos
            ejemplares. El uno del Cacique de la Provincia de Paruro don Antonio Egui-
            luz, quien despues de haber estado destacado en Calca con 400 hombres de su
            provincia por orden del Sor. Visitador General desde el tiempo anterior a mi
            regreso del Collao, cuando volvió de la expedición de aquellos Altos alcanzaba
            800 pesos suplidos a su gente; y despues de repetidos oficios para que se las
            satisfaciesen, dijo el Comisario de Guerra que tenia sospechas de que habia
            hecho plazas supuestas, y que necesitaba escribir a Paruro para que su Corre-
            gidor, le aclarase las dudas, cuando era mas regular averiguarlo con el Coronel
            Figueroa y con don José Varela que iban de Jefes de la columna en que estaba
            Eguiluz y su tropa; o con otros que pudieran ser testigos de este honrado y fiel
            vasallo, que al principio de la guerra mantuvo a su costa mil hombres, y ha
            servido con el mayor honor, perdonó, segun me han dicho los expresados 800
            pesos y aun que por su humildad y moderación no me expreso el motivo no
            habiendolo perdonado desde el principio pues el por sí solicitó la satisfacción
            y despues su apoderado por un memorial que conservo; quien podrá dudar
            que buscó este medio termino por libertarse de la calunnia con que le sindi-
            caba? De la honradez de este Cacique que es notoria consta al señor Visitador
            por informes, al Coronel don Gabriel de Avilez y al Teniente Coronel don Juan
            Manuel Campero por experiencia, por el mando que el primero tuvo en esta



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