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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            cayó sin cesar; y atacandonos antes de amanecer como nos hallaron preveni-
            dos, frustro su empresa. Dí cuenta de este hecho al Sor. Visitador con animo
            de que al expresado Castro se le premiara con dinero, o con algun empleo en
            rentas proporcionado a su idoneidad y esfera pero hasta ahora no ha recibido
            mas que algunos pesos que le dí al pronto.
                    En bando publicado por el Sor. Visitador General en 8 de marzo de
            este año se ofreció por premio al que entregase a Josep Tupac Amaru a su
            mujer y a sus hijos y parientes inmediatos y demas jefes suyos exceptuados del
            perdon una buena cantidad de dinero por una vez o un destino o renta equi-
            valente; y habiendo varios vecinos del pueblo de Langui preso a Josef Tupac
            Amaru, a su mujer y a dos hijos suyos cuando derrotados iban huyendo, no les
            han dado premio alguno.
                    Un oficial de las tropas de Cotabambas que fue el primero que acome-
            tió y mató a los celebres rebeldes Parbina y Bermudez, que disparaban un ca-
            ñon de que tambien se apodero no ha recibido el premio ofrecido en el bando,
            sin embargo de constar el hecho por certificación del Coronel don Domingo
            Marnara y de los otros principales Jefes de su columna.
                    Lo que quita toda duda, y no esta sujeto a propuestas sofismas ni apa-
            rentes deducciones es el caso siguiente. Estando yo en el Collao con el ejercito
            solicitó Josep Tupac Amaru que un soldado de Huamanga llamado Cayetano
            Vilchez que estaba de centinela a la puerta del calabozo le introdujese unas
            limas o instrumentos capaces de quitarle las prisiones y que llevase algunos
            papeles que le daria; y para vencer la fidelidad del soldado le ofrecio cantida-
            des de dinero que le dijo tenia enterrado en los paises que aun estaban a su
            devoción. Dio parte el soldado a don José de León que mandaba la tropa de
            esta guarnición, y este se lo comunico al Sor. Visitador quien se aseguró del
            hecho presenciando oculto las conversaciones del reo con el soldado; dicien-
            dole a éste las preguntas y respuestas que debía darle; y despues de todas prue-
            bas y de ser cierto lo que habia denunciado el soldado, quien no creería que
            el Sor. Visitador asi por haberse abrrogado el mando militar en mi ausencia
            por debilidad del Comandante o por otro motivo que no es el caso averiguar,
            como por Ministro Principal de la Real Hacienda, no le franquearian liberal-
            mente a este buen vasallo algunas cantidades, que ya que no igualasen a las
            ofertas que habia despreciado, a lo menos sirviesen de alguna recompensa de
            su lealtad y fuesen durable memoria del modo con que se premian los singu-
            lares servicios? El grande premio que consiguió fue decir el Sor. Visitador en



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