Page 876 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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            Yndios para la sublevacion que tenian proyectada; y haviendo llegado con la
            tropa al referido Pueblo de Ylave a los 12 dias, se formó en la Plaza, y se halló
            en el Cementerio de la Yglesia de San Miguel refugiados al Cacique de Juli Dn.
            Alexandro Chiqui, y a Dn. Bernardino Chuquimia vecino de aquel mismo
            Pueblo, quienes por los mismos Yndios del Pueblo de Ylabe estaban senten-
            ciados a muerte lo que iban a executar; y con este motibo se les libró man-
            dando de contado partidas de fusileros a las Casas de los Rebeldes que havian
            intentado contra la vida de la Cacica para prender sus personas; y no haviendo
            hallado a ninguno de ellos, se mando pegar fuego a sus casas, haciendo este
            exemplar para que escarmentasen los demas Yndios que se hallaban en el Pue-
            blo a quienes se les amonestó se mantuviesen fieles vasallos de su Magestad
            Catolica, pues no se iba a hacer daño a nadie, y solo si castigar a los traydores,
            con lo que quedaron satisfechos los Yndios, y ofrecieron lo que se les pedia.
                    Prosiguiendo la marcha para el Pueblo de Juli, se diviso desde sus in-
            mediaciones una grande humadera que salia del referido Pueblo, porque se
            conjeturó  lo  estaban  quemando  los  rebeldes,  como  efectivamente  sucedió,
            pues a corto trecho de él se apercibió en la Cima de un cerro de los que circun-
            dan, varios Yndios con una Vandera negra la que tremolada varias veces por
            el que la tenia, se coronaron todos los cerros de una gran multitud de Yndios
            con grande voceria y cornetas. Y siendo ya tarde nos vimos precisados hacer
            noche, y aquartelar la tropa en la Pampa que llaman de Moya, distante un
            quarto de legua del Pueblo poniendo Centinelas avanzadas y dobles Patrullas
            de a pie y de a cavallo para que no nos sorprendiesen los Enemigos, quienes
            estuvieron toda la noche con la gritería e Ynstrumentos como acostumbran.
            Y haviendo cogido las patrullas a seis espias de los Rebeldes que vinieron a
            reconocer nuestro Campo, se les tuvo amarrados y con buena custodia el resto
            de la noche, y havíendo amanecido el 25 se dio orden para entrar al Pueblo,
            y formada la tropa con la Compañia de fusileros a la Vanguardia, llegamos
            al canto de él, desde donde salio una Yndia avisando no entrasemos por la
            grande emboscada de Enemigos que havia a la otra parte del Pueblo: y que el
            animo de los Rebeldes es dexarnos entrar para acometernos por todas partes;
            por cuyo motivo se mando parar la tropa asi formada en el mismo canto del
            Pueblo, mandando al mismo tiempo el referido Comandante publicar un Yn-
            dulto general para que lograsen de él con las Preeminencias, Privilegios que
            gozarian, y Pechos de que se les libraria si se acojian baxo de las Vanderas de
            Nuestro Soberano, lo que de ningun modo quisieron admitir; antes muy en-



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