Page 873 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            y resolvio pasar adelante. El Amigo le reprobó el dictamen y bien inspirado
            de Dios para lo que debia hacerse con el tyrano, le hizo descansar con cari-
            ño, persuadiendole que lo que convenia no era la retirada, sino la resistencia
            que podia verificar con el auxilio de bastantes Yndios que teniá de refresco.
            Convenciase Tupac Amaro, y entre tanto le hacian el almuerzo, salió el buen
            Coronel a buscar gente que actuase su intencion, y volvio. No se le ocultó al
            Rebelde este artificio, y quiso desprenderse de la Casa; pero como era llegada
            la hora de pagar sus delitos, se le descubrió el Coronel, y claramente le dixo:
            como queria salvar su Cuerpo despues de haver perdido a tantos? Hecho este
            cargo lo aprehendio, y dos mugeres que por la rebelion habian quedado la una
            sin Marido, y la otra sin dos hijos, con una insolente animosidad se abrazaron
            del Rebelde fuertemente por la espalda impidiendole la accion: y se aseguró
            ultimamente su persona con la gente que combocó y trajo el Cura teniente de
            aquella Doctrina Dn. Fernando Gamarra. Su Coronel pidio nuevo auxilio por
            un papel: paso a Siquani donde se hallaban 50 Dragones, con cuyo resguardo
            se puso la presa en manos del Sr. Ynspector con inclusion de la mayor parte de
            su familia, y de los mas insignes aliados, en cuyo numero entró el celebre An-
            tonio Bastidas, hermano de la Muger del Rebelde, quien tambien cayó con sus
            dos hijos Ypolito y Fernando: y solo se escaparon por desgracia, Diego Tupac
            Amaru, y su sobrino Mariano, hermano aquel de Joséf Gabriel, y este su hijo
            segundo.
                    Quando entró el Sr. Ynspector con toda la tropa en el pueblo de Tinta,
            halló colgado en la horca el Retrato de Tupac Amaru, que puesto a cavallo
            con insignias de Magestad trahia por trofeo la lastimosa derrota de Sangara-
            rá, con la del Yncendio de su Yglesia, y los Prisioneros que tuvo asi Seglares
            como Eclesiasticos, y entre ellos tres curas sentenciados por este infame a ser
            quemados. A todos les amanecio el consuelo y recibieron llenos de gozo al Sr.
            Ynspector que se movió a ternura con el llanto y clamor de toda la gente que
            alli se congregó a lamentar su opresion, y desdichas pasadas. Se participó la
            noticia al Cuzco, y fue celebrada con jubilo general, y repique de campanas
            que continuaron por algunas horas. El Yltmo. Sr. Obispo dio las gracias al
            Cielo con una misa solemne en que se cantó el Te Deum, viendo logradas
            las fatigas con que de parte de su Yglesia y Clero ha cooperado a fuerza de
            imponderables desbelos a restauracion de la Paz; y por haber pedido el Sr.
            Visitador Censuras generales contra los que usurparon y ocultaron los bienes
            de Tupac Amaro, las publicó sin perdida de tiempo. Se dice ha sido excesiva



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