Page 843 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            y prosiguió con una tan escandalosa cerenidad de animo en la mesa del juego,
            que ni aun se le comprendió el menor indice de suspension o sorpresa. La
            cortas y imitadas expresiones antecedentes las vertió en tono de magisterio, y
            lo acreditó en el hecho de haverlo mantenido en pie al Corregidor sin haber
            usado de la atencion política de proporcionarle asiento, que aun en otros de
            inferior esfera y calidad seria reprehensible. Procuró el Corregidor poseido
            del mayor desconsuelo al ver la tibieza con que procedian aquellos infames
            Padres de Republica a la custodia y conservacion de ella, bacilante en que
            toda aquella artificiosa maquina era conmovida quizas del espiritu superior
            de aquellos que la dominaban, segun se me ha insinuado repetidas ocasiones,
            tomó el partido de sacrificar su vida en exercicio de sus facultades, se arrojó
            al centro de los amotinados: alli los exhortó a la subordinacion haciendoles
            patente la ruyna que le amenazaba a la Villa, y el justo castigo que el poderoso
            brazo del Rey su amo les preparia en el evento de que se continuase en un ex-
            ceso tan abominable, y por estos terminos tan punible; pero nada bastó; y lo
            precisaron los mismos Sublevados a que desamparando su Gobierno, procu-
            rase poner en salvo su vida, como asi lo executó como se lleva antes ya dicho.
                    Por este medio tan irregular, quedaron hechos absolutos Señores de
            las vidas y haciendas los caudillos que se llevan mencionados con el grueso
            Cuerpo de Sediciosos que los seguian empeñados en la continuacion de los
            robos y muertes: solo se mantenian descontentos los Yndios auxiliares, por no
            haver interesado, ni partido en el saqueo de caudales, y para contentarlos re-
            solvieron sus ya nominados Caudillos se les distribuyese la cantidad de 10,000
            pesos sacandolos de la Real Caxa, y que yo presenciase como Personero de
            la Villa; mas se efectuo esto sin intervencion mia por haberse asegurado que
            bajo la mascara de esta diligencia se pretendía quitarme la vida. La solicitud
            de los auxiliares sin duda fue promovida a causa de haver traslucido de que
            dos arrobas de oro con otras cantidades pertenecientes al difunto Dn. Josef de
            Endeyza, se habia transportado a la Casa del que se denomina Justicia Mayor
            Dn. Jacinto Rodriguez, cuya noticia por fixa y cierta me la impartió en la mis-
            ma Villa el Cura de Cabari el Dr. Dn. Anselmo Carrasco; como tambien se les
            habia franqueado soltura a todos los Reos criminosos de la Carcel.
                    Fundamentos todos, y reflexiones que se llevan deducidas, no cabe
            duda, inducen por su naturaleza las congruentes presunciones para el escla-
            recimiento de la mas realzada verdad, y regular idea de que los Autores de
            aquella tan escandalosa sedicion, son los mismos Caudillos relacionados: y



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