Page 846 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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            lo inaccesible de su Puesto, se embio orden a Campero para que con su tropa
            subiese por Guayrapa, y tomandole los Cerros de las espalda lo atacase por
            ellas.
                    El dia 20 como a las 11 se observó que los Enemigos descendiendo por
            los dos extremos de su Cerro iban siguiendo por las alturas que circulaban
            nuestro Campo, y por una Llanura que teniamos detras, y despues atacaron
            nuestro Cerro trayendo un cañon para colocarlo en su cima, con animo al pa-
            recer de hacer lebantar nuestro Campo, y acometernos con ventaja por cual-
            quiera camino que tomasemos, o quitarnos las mulas como lo intentaron por
            dos partes. Reforzase el Cerro, fueron rechazados los Enemigos que habian
            intentado subir con el Cañon, y persiguiendolos se retiraron a su Fuerte con
            los demas que havian coronado los Cerros del contorno, perdiendo unos 50
            hombres, y nosotros solo un tambor.
                    El 21 tuvo nuestro Campo poquisima Carne, ningun pan, y menos
            leña: viendose precisado el General a dar a la tropa el vizcocho que havian
            trahido. La noche de este dia se paso a nuestro Campo un desertor Mestizo
            dando noticia de que 10,000 de los Enemigos nos havian de atacar al ama-
            necer por quatro partes. Su relacion parecio sincera, y nos pusimos sobre las
            armas sufriendo una gran nevada que duró hasta las diez y media de la noche
            con grande incomodidad de la tropa que casi no havia comido los dos dias an-
            tecedentes; y en efecto antes de amanecer el dia 22 atacaron con gran furor los
            Enemigos nuestro Campo, llegando hasta la mitad de la parte superior de él,
            y fueron rechazados con solo la perdida de un Pardo del Cuzco, y dos Yndios.
            Los que atacaron nuestro .Campamento fueron resistidos con mas felicidad
            sin perdida de un hombre: sucediendo lo mismo a las partidas que pasaron a
            la Quebrada a quitarnos las mulas, que solo lograron llevarse siete. Sigílase el
            crecido numero de Yndios muertos en esta accion, sobre que se dira despues.
                    Viendo que la tropa no tenia que comer, ni haver esperanza de que lle-
            gasen breve los viveres pedidos: y sospechando que los Propios despachados a
            Campero huviesen caido en manos del los Enemigos determinamos regresar
            el dia siguiente a Sullumayo una legua mas atrás; pero la mucha desercion
            de nuestros Yndis de Anta, y la representacion de nuestras tropas de que no
            tenian en el dia que comer, ni havian guizado desde que estaban en aquel
            campo por falta de leña, nos obligó a acampar inmediatamente; y al subir una
            Quebrada, encontramos la Vanguardia de Campero con algunos viveres.





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