Page 73 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
de Gobernador Don José Gabriel Tupac Amaro, expresando que era grande
su humanidad y que lo había tratado como a hijo; y en otras partes ha profe-
rido expresiones aún mas respetuosas en favor del tirano llamándole Señor y
abultando el número de su tropa, que me aseguró llegaba a cincuenta mil y a
otros cien mil, y con estas producciones no ha dejado de causar el perjuicio al
público que concibe, a no ser que las miremos como un efecto del terror páni-
co que este alzado ha infundido en todos y de que está poseído con la dilatada
prisión que ha tenido en Tungasuca.— En cuanto al plan de operaciones del
insurgente Tupa Amaro, sus fuerzas, armas y pertrechos, de que Vuestra Exce-
lencia desea un estado exacto no pienso haya quien se lo pueda ministrar y las
relaciones juradas de los mismos que han sido testigos de vista están demasia-
do varias, como Vuestra Excelencia reconocerá en lo obrado, que al presente
incluyo: Tengo por mas ajustada la del Doctor Don Ildefonso Bejarano, que
estuvo de Teniente de Cura en el lugar de su residencia y le ha acompañado
hasta las inmediaciones en que lo dejó por el motivo insinuado.— Aún es
más delicado para tocar el asunto de correspondencia que tiene Tupa Amaro
en ésta y esa ciudad, y los que siguen su facción y partido, de estos expresan
algunos en las declaraciones y los más no se conocen por sus nombres, si bien
que en ellas se asegura vienen coactos, en fuerza de la pena de muerte con que
los ha conminado; y puesto que hablo con Vuestra Excelencia con la misma
reserva que la que me manifiesta en la citada que contesto, digo que, aquí es
notorio tiene el rebelde muchos correspondientes que le participan los mas
interiores proyectos y otras noticias que le son útiles para llevar adelante sus
inicuas maquinaciones: me consta por informe, que me ha hecho entre otros
el honrado oficial Don Joaquín Valcárcel y reprodujo el día de ayer ante el
Padre Provincial de la Merced Fray Pedro de la Sota y mi Secretario el Doctor
Don José Domingo Frias Canónigo con Don Isidro Guizasola y con Don Juan
Manuel Campero en su casa y el referido Valcárcel mejor lo instruirá a Vuestra
Excelencia mandándole lo haga en forma cuando sea tiempo y entonces sabrá
Vuestra Excelencia muchas cosas que se dicen de público y notorio, porque el
presente no es nada oportuno para esta pesquisa, de que resultarían mayores
perjuicios y de que se quitasen no pocos la máscara que hoy los cubre, ni se
creyesen las jactancias del rebelde: He contemplado sospechosos a dos de mis
curas, el uno de Pomacanche, Don Gregorio Yépez, de quien pude haber en
confianza por uno de los de la Junta, una carta escrita al de Quiquijana, que
parece defiere demasiado a la autoridad, poder y sucesos prósperos al alzado,
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