Page 251 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
Al dia siguiente bolvio a escribirme otra Esquela en la que me dice lo te-
nia muy enojado por lo que le mande decir en respuesta de la primera, y que de
nuevo me hacia el mismo encargo para que entregase al Corregidor de Quispi-
canchi, o en su defecto a su Teniente: y yo que ya conocia sus despravadas ideas,
le respondi con mucha sumision y rendimiento, diciendole me era imposible
executar lo que me mandaba a causa de no tener mayor amistad con dh° Corre-
gidor, pues ya era yo sabidor de que un criado mio estaba preso 36 dias hacia, a
quien le robó 540 pesos que a este le habia dado para comprar algunos efectos
que necesitaba mi obraje; con cuyo hecho vine a conocer claramente que el fin
del Rebelde era coronarse.
Hasta el dia 9 estuve con varios sobresaltos por ver el cuidado con que
estaban las Guardias sin permitir hablase con el Corregidor tratandome con
tanto desprecio que ya la paciencia me faltaba, pero era preciso tolerar con pa-
ciencia, porque de lo contrario me huviera quitado la vida.
En las noches de estos dias hubo mucho alboroto en la Plaza de los Sol-
dados que estaban custodiando la Casa, por haver tenido varios espias que tenia
derramadas hasta el Cuzco, diciendo que los Soldados venian a sacarme, y, con
este cuidado los Guardias me insultaban queriendo abreviar mi vida; y en uno
de estos dias viendóme en tal peligro, escribi una Esquela a la Yndia muger del
Rebelde suplicandole con mucha sumision y cariño tuviese presentes los favores
que de mi havia recibido, como tambien su Marido, y familia; y su respuesta fue
decir que solo esperaba una Carta del Cuzco para ponerme en donde merecia,
que segun despues experimenté, saqué en claro era colocarme en la horca.
En el día 9 experimente muchos desaires de los Guardias y Parentela del
Rebelde, como anuncio de lo que intentaba executar conmigo, pues a las cinco
de la tarde entró en el quarto donde estaba preso, Antonio Bastidas hermano
de la muger del Rebelde con dos pares de esposas para mi y el Corregidor y nos
las puso con tanta crueldad q’ a mi me quitaron el pellejo de las muñecas por lo
muy ajustadas que venian, y este indigno llamando a los Guardias con imperio
les dixo tomasen las armas. En tan gran conflicto suplique a todos aquellos que
estaban presentes a quienes havia hecho mucho bien para que de mi parte le
dixese al Rebelde me insinuase el motivo que tenia para hacerme padecer tan-
to; quando en este tiempo se dexo ver un hijo del Rebelde, y le dixe con todo
rendimiento suplicase de mi parte a su Padre tuviese presente tanto favor que le
havia hecho desde que le conoci: y que si esto no bastaba me trajese un Confesor
para disponerme, lo que executaron al punto, y sentandose este a la Cabecera
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