Page 193 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
P. 193
Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
con efectos y consecuencias muy funestas, que obligan a tomar extraordinarios
remedios; como se consideran oportunos, sería ya conveniente o necesario
proceder a extinguir radicalmente los «repartimientos» de Corregidores
que se estiman y advierten ser la principal causa de todas las turbaciones
públicas de los Indios, sin esperar, por la urgente necesidad en que estamos
constituídos, la Real determinación, procediendo consulta y acuerdo de Su
Excelencia y del Señor Visitador General, conforme a lo dispuesto por la Real
Orden de cinco de Marzo de mil setecientos setenta y ocho, que hizo presente
y puesta en deliberación la materia, fueron de parecer que en atención a que
los expresados «repartimientos», que benignamente concedió la Real piedad,
teniendo principalmente la mira en el beneficio común, y particular de los
mismos Indios, ha manifestado una larga y triste experiencia ser la ruina de
estos miserables, a quienes acarrea innumerables daños y perjuicios de toda
especie, sin que para evitarlo o disminuirlos hayan bastado ni las sabias y
santas precauciones con que la Real Cédula de esta permisión les concedió, ni
el prudente arreglo de tarifas, que se hizo respectivamente a cada Provincia,
ni la Junta de Señores Ministros de esta Real Audiencia, que se estableció a
este fin ni el cuidadoso celo de esta Real Audiencia en desagraviar a los Indios,
que han presentado sus quejas por exceso en cantidad o calidad de los efectos
repartidos, o en la cuota de su precio, o en el modo de exigirlo, ni los repetidos
autos de este Real Acuerdo expedido para precaver estos males, continuando
siempre el daño; y tomando aumento cada día generalmente a pesar de las
providencias justas y arregladas del Superior Gobierno, y Real Audiencia, que
en la práctica ha hecho ilusorias muchas veces la distancia de las Provincias,
y su constitución, y la difícil averiguación en particular de los excesos de
sus Corregidores, que a estímulos de sus deseos de ganancias toman todos
los medios de lograrlas a costa del sudor y sangre de los miserables indios,
eludiendo las resoluciones de justicia con la opresión de los querellosos, y
otros arbitrios, sin que esto llegue a noticia de los tribunales, en oportuno
tiempo, para remediarlo con el más severo escarmiento de sus autores.
Y considerando que el mismo plan de la permisión de estos
repartimientos, es en la ejecución inexpedible sin incurrir casi necesariamente
en el abuso, empezando éste por el repartimiento involuntario, sin que haya
modo de conseguir, que sólo distribuyan a los Indios los efectos que piden
y necesitan, continuando en el exceso de su cantidad, calidad y precio,
y terminando en los horrores de su exacción, que todo resulta de ser cada
192