Page 142 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
la desenfrenada libertad de hablar sin reparo e indistintamente del Clero, de
la Dignidad, del Magistrado, del Gobierno, y aun del Rey (que tampoco se ha
podido libertar su Sagrada Persona en los Pasquines y por otros modos de sus
infernales bocas) ni habra orden publico, ni habra respeto, ni habra obedien-
cia, ni tendra el justo servicio que merece el Estado politico, y nuestra pura,
Santa, y Sagrada Religion pues se quiebra uno de los Preceptos principales
Divinos como el de amar al proximo como a nosotros propios; y a fe a fe; que
el que habla de éste aquello con que le ofende, no lo hablará de si: y siento que
todos no hagan esta prebia consideracion para no ofender al otro, reparando
en todas las cautelas que tiene nuestra naturaleza y estructura para no pro-
nunciar lo que no se puede ni debe decir.
Para poner remedio a este usado enemigo de la humanidad, he puesto
quantos medios hay fuera de los de mis facultades, pues siempre he llevado
mas en mis Comisiones la idea de no interrumpir las Ordinarias de los respec-
tibos Jueces a costa de los Exortos, y consejos secretos y afables, que la de traer
a mi inmediato conocimiento lo que les toca corregir, y hacer a ellas por su
instituto. Y apesar de esta diligencia en que confieso sin jactancia que nada he
omitido, se está el mal, la libertad, el desenfreno en su propia situacion o pun-
to formando las iniquas resultas de que nadie tiene su honor o su fama segura,
porque abundan sin castigos, estos Piratas de la Sociedad que la roban, y la
arrebatan a cada instante, sin reparar que no tienen porque quitar al proximo
estas dotes, y si lo tienen deber ir con su accion a los tribunales que lo pueden
castigar o corregir segun sea su necesidad o importancia.
Si correspondiera a esta Carta que solo la empecé para contestar al re-
cibo de la VSY. sobre que estaba pronto a defender por el modo que me expre-
sa su justo Clero, contaria a VSY. cosas que me han sucedido en esta materia
que llegase a deducirlas con tal de que se parara un momento de hacerme la
justicia de creer que soy un buen amigo de la verdad, y de la sinceridad; pero
las dexo impertinentes, acercandome a concluirla, y asegurar a VSY. que hare
por mi parte todo lo posible a que el estado de su Clero no padezca lo que
siente por lo que hablan de él los hombres que no tienen juicio, ni saben las
primeras reglas de la educacion christiana, y si las saben sera de memoria pero
no de execucion o practica.
Promulgara pues VSY. su Edict: publicaré yo mi Bando; pero el ruido
de los murmuradores acaso no cesará: y un crimen que sigue sin respeto a las
diversas clases de personas que ya esta amenazando desde el establecimiento
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