Page 55 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            quedado al presente otro hijo ni hija del Inca Túpac Amaro, sino es la expresada
            Doña Juana Pilcohuaco; porque otra hermana suya llamada Doña Isabel, a quien
            el testigo conoció en los Aymaraes, era muerta muchos años ha, la cual así mismo
            fué notorio haber sido hija del dicho Inca Túpac Amaro.
                    Parece que no puede dudarse de la fe de este testigo, que da razón de lo
            que vió y de lo que supo, con la circunstancia de ser hijo de Doña Teresa Ordóñez,
            y hermano de Doña Feliciana Silva, que sucesivamente criaron y tuvieron en su
            casa a dicha Doña Juana Pilcohuaco. De este modo, con esta distinción y con esta
            claridad de vista y ciencia cierta, proceden los demás testigos a afirmar que Doña
            Juana fué hija natural del último Inca, Don Felipe Túpac Amaro, en una informa-
            ción dada en los tiempos inmediatos a la degollación de aquel Inca; y en que por el
            mismo caso de ser particular y memorable el suceso, se tenían frescas y presentes
            todas las circuntancias de dicho Inca, su padre, y providencias que se tomaron por
            el Excelentísimo Señor Toledo para la crianza de sus hijas Infantas.
                    Es la prueba más concluyente que se puede dar, por la calidad recomenda-
            ble de los testigos, por el tiempo y por la naturaleza de sus mismas deposiciones,
            todas afirmativas de vista y ciencia cierta. A la verdad que en las pruebas de ge-
            nealogías y descendencias, no se puede dar otra más relevante, cuando en sentir
            de los Autores, aunque no basta el vano rumor, es suficiente la fama pública y las
            deposiciones debidas en hechos de este género, que regularmente exceden la me-
            moria de los hombres, no habiendo cosa en contrario.
                    Concluída esta información, dada ante un Corregidor distinguido y eje-
            cutoriado, en que se califica la filiación de dicha Doña Juana Pilcohuaco, plení-
            simamente, y también la noble estirpe de Don Diego Felipe Condorcanqui, con
            su marido, se presentó a su nombre el Protector Francisco de Vilela, pidiendo
            testimonio de ella, para ocurrir al Superior Gobierno a pedir renta y tierras para
            mantenerse con sus hijos, conforme a la calidad de sus personas tan principales
            y descendientes del Inca, cuyo testimonio se le mandó dar por dicho Corregidor
            para el fin expresado; pero vamos, de grado en grado, confirmando la filiación de
            dicha Doña Juana Pilcohuaco.
                    Ocurrió ésta con dicha información al Excelentísimo Señor Príncipe de
            Esquilache, Virrey que fué de estos Reinos, pidiendo que respecto de constar ser
            hija del Inca Don Felipe Túpac Amaro, y haberle quedado cinco hijos del matri-
            monio que contrajo con Don Diego Felipe Condorcanqui, a saber: Don Miguel,
            Don Felipe y Don Blas Túpac Amaro y Doña Agueda Pilcohuaco, se le señalase
            renta y tierras, y se declare a favor de dichos sus hijos y descendientes las



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