Page 692 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen  1
                                                              Oficio de visita de Jorge de Escobedo
            para todos los establecimientos indicados, y cualquiera costo que haya de em-
            prenderse en fábrica, es nada comparado con lo que las rentas aventajan en
            proporcionar almacenaje capaz para el cuantioso repuesto de tabacos en pol-
            vo y rama, papel blanco y sellado, naipes y breas, que por no caber hoy en los
            almacenes de la actual casa, se depositan en otros de fuera, y áun prestadas por
            la misma Chacarilla, con el gran riesgo y distracciones que son consiguientes á
            la distancia de unas oficinas propias de la renta que las debe custodiar y visitar
            con frecuencia.
                    Tambien trato actualmente los puntos que en mis citados dos infor-
            mes representé á V. E., y el director D. Miguel Otermin ha impugnado, como
            en Reales órdenes de 21 de Octubre del año pasado y 13 de Marzo del pre-
            sente me previene V. E., y aunque por otra anterior de 1° de Junio de 84 se
            me confirieron facultades para poner en práctica aquellos pensamientos, la
            desconfianza que siempre tengo de todos los mios, y la moderacion y pulso
            con que procuro no aventurar mis resoluciones, me han hecho no abusar de
            aquella autoridad y reservarlo todo para el exámen, con cuyo objeto he estado
            aguardando la venida de D. Juan Nepomuceno Rodriguez, por si su inteligen-
            cia podía contribuir al acierto con la imparcialidad que podrá no creerce de
            unas providencias que, tratadas en junta como V. E. encarga, estarán siempre
            expuestas al empeño de sostener los vocales sus anteriores dictámenes; pero
            viendo que aquel perito no llega, estoy en el dia trabajando en el asunto y en
            lo que conviene para perfeccionar el mismo ramo en Chile, y reservo para en-
            tónces el instruir á V. E. de todo y de algunas ocurrencias que en el intermedio
            ha habido, y harán ver la sincera rectitud y justificacion de mi conducta, y que
            en esta parte quizás hubieran sido más felices mis deseos, si correspondiesen á
            ellos las manos ejecutoras, y no abultasen los inconvenientes para verificarlos,
            y ésta es la causa del silencio que he guardado estos meses en la contestación
            de aquellas Reales órdenes y noticia de la renta de tabacos; pero esté V. E. sin
            cuidado, porque nada omita para adelantarla, y economizar sus gastos y em-
            pleados, como ya lo he hecho.
                    No puedo concluir la corta relacion que he hecho de mis cuidados en
            la renta de tabacos, sin recordar á V. E. un testimonio que todos los comprue-
            be, y es el de los prolijos encargos con que la recomendé á los intendentes en
            la instruccion práctica que les dí y envié á V. E. con el núm. 368, pues en ella,
            y especialmente en la del de Trujillo, por ser aquel obispado donde están las
            siembras y mayores atenciones de este ramo, hice en las advertencias 18, 21 y



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