Page 63 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
los curas, que tambien lo hacen con títulos de entierros (sobre que ha habido
controversias ante obispos que debieron castigar á los curas y reprender á los
corregidores, pero no lo hacen así), y ya por sus dependencias, ó ya por tí-
tulo de inventario, de que hacen de ello crecidos derechos, se quedan con la
mayor parte, sin miramiento á sus familias; pero ¿qué mucho lo ejecuten los
corregidores de provincias, donde son infelices y carecen de defensa, si en las
ciudades lo hacen con desafuero, recogiendo áun ántes de morir los vireyes
con el pretexto de custodiarlos, para cuya comprobacion pudieran referirse
muchos casos, y sirvan de ejemplo dos que fueron más notables.— Estuvo
enfermo un mercader acaudalado del Cuzco que no tenía deudas, y habien-
do hecho su testamento declarando por heredera universal á una hija mayor,
pasó el corregidor á su casa, y á vista del paciente recogió sus llaves y bienes
sin dejarle accion para usar de cosa alguna, ni áun lo que era necesario para
su alimento y curacion, que se continuó de prestado: exasperóse su ánimo, y
murió llorando su desdicha, por cuyos inventarios llevó el corregidor lo que
quiso, sin averiguarse lo que ocultó. Otro hombre tranvero, con crédito de
acomodado, adoleció de una enfermedad, y teniendo siete hijos dispuso su
testamento, con cuya noticia pasó el corregidor á su casa y recogió á su vista
todos sus bienes con título de asegurarlos á favor de los menores, de que im-
paciente el enfermo, exclamó del rigor y murió desesperado y despues por los
derechos de inventario se aplicó la cantidad que le pareció, que fué excesiva.
De estos hechos son innumerables los que pudieran referirse y se omiten por
no aglomerarlos; y es regular en todo el reino que con título de inventarios
sean herederos los corregidores; y aunque algunos mueran fuera de la provin-
cia y sean de extraño fuero, se ha visto que un corregidor con noticia de haber
muerto un cura saliese á las doce de la noche pasando peligrosos caminos al
pueblo de su doctrina, donde forzando las puertas de la casa, cajas y papeleras,
se llevase hasta las gallinas que habia, no dejando cosa alguna; y reconvenido
por el albacea, segun minuta que el finado hizo de todos los bienes que dejó
con la mayor menudencia, nada ha conseguido en el término de más de seis
años que ha demandado los bienes.
51. Estos y otros muchos sucesos movieron al cabildo secular del
Cuzco á representarlos al Virey de Lima, que dió una justificada providen-
cia impidiendo la actuacion de los inventarios sino en los casos prevenidos
por derecho; y ha dado lugar á estos acaecimientos la ménos integridad de
los jueces, y que hubiesen entrado á los corregimientos por via de nego-
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