Page 213 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
P. 213

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            era precisamente para vencer la resistencia de los que no se rendian. Toda
            hostilidad se suspendia al punto que se resolvian a reconocer el vasallage. La
            humanidad con que los nuevos Vasallos eran recibidos, y la complacencia que
            reconocian en sus vencedores, que parecian no haberlos subyugado sino para
            hazerlos mas felices, propagada la fama de los conquistadores. Asi se veian na-
            ciones enteras, que por brote propio, y sin mas impulso que el de prosperidad
            que veian difundirse en aquellos Estados, corrian a incorporarse en ellos, y a
            aumentarlos. Asi de humildes principios, llegaron a extender su dominacion
            por mil y trescientas leguas. Quanto se ha dicho contra las conquistas, pierde
            su fuerza si se considera el modo con que las hazian los Incas; y respecto de
            ellas no se dira que han producido un derecho necesario pero infeliz, que
            nunca satisface la inmensa deuda en que suele tener alcanzes insolubles la
            naturaleza humana contra los Conquistadores.
                    Pero nada parece haber hecho al Peru superior a Mexico, sino sus casi
            infinitas riquezas. El famoso Potosi cuyo nombre es como el sinonimo de la
            riqueza, y cuya ineshausta opulencia jamas ha hallado consonante en las his-
            torias, aun no habia desabrochado el seno de su grandeza, quando los Incas
            reinaban en el Peru; y sin estas inagotables contribuciones, tenian ya en su
            Imperio, y en su Corte riquezas que excederian toda la esfera de la fe humana,
            sino las asegurase la evidencia.
                    Sin detenernos en la de sus Templos, donde el oro y la plata mas pa-
            recian materia de su fabrica, que ornato de su magnificencia: donde paredes,
            techumbres, sillas, nichos, puertas, retretes, estatuas, idolos, vasos, utensilios,
            y quanto conducia a su servicio, era de modo que nada tocaba la vista que
            no fuese oro, plata, ó piedras de inestimable precio; sin detenernos digo en
            esto, que Monarcas tan poderosos ostentan las historias que habitasen Pala-
            cios, que el oro cubria por todas partes, y en que se elevasen tronos macisos
            de este metal, que en otras partes apenas suele decorar el exterior, extendiendo
            esta inaudita profusion hasta formar Jardines, en que las plantas, flores, frutos,
            fuesen de esta misma preciosa materia, como si la esterilidad de la tierra que
            la produce, se viese compensada con la amenidad nunca vista, que la dá este
            metal, formado y figurado de modo que ya paresca fecundidad por el arte, lo
            que era infructuosidad en la naturaleza?
                    Este mismo oro organizaba animales de todas especies; aves, fieras,
            insectos, hombres; en que era de admirar mas que el artificio la magnitud
            de la mole; pues su singularidad estaba en configurarlos al tamaño natural



                                               212
   208   209   210   211   212   213   214   215   216   217   218