Page 16 - Mensaje a la Nación 28 de julio\1993-1995\PLO-1993-34F
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Existe un ambiente optimista para la firma de nuevos contratos petroleros, los que ya
               están en su etapa final, producto de las licitaciones correspondientes son aquellos para
               explotar  los  yacimientos  del  gas  de  Aguaytílla,  y  el  contrato  a  firmarse  para  la
               explotación del zócalo continental que aún viene siendo operado por Petromar.

               Viene  al  caso  detenerse  un  momento  para  mencionar  a  Aguaytílla,  ésta  como  todos
               saben era una zona totalmente infestada de terroristas, casi un territorio liberado. Hoy
               es todo lo contrario, un lugar controlado y más seguro, por eso, con esta reversión está
               allí nuevamente inversionistas y contratistas, lo que traerá beneficio a los pueblos desde
               Pucallpa hasta Tingo María.


               Quiero  señalar  de  otro  lado,  que  hemos  limitado  las  negociaciones  de  contratos
               petroleros  en  la  selva  hasta  que  no  se  definan  las  máximas  seguridades  para  la
               preservación del medio ambiente de nuestra frágil riqueza amazónica.


               (Aplausos.)

               Dentro  del  contexto  de  modernización  del  Estado,  el  Gobierno  ha  desarrollado  un
               programa de reorganización integral, con la finalidad de alcanzar un prudente manejo
               y administración de recursos naturales que siendo renovables son también extinguibles.

               Una  política  de  libre  acceso  a  las  pesquerías,  conduce  inevitablemente  a  la
               sobreinversión, aumentando el riesgo de sobreexplotación y eventual pérdida de renta
               global. De ahí la necesidad de regular la actividad para hacerla eficiente sobre la base
               de  aplicar  oportuno  y  sistemáticamente  regímenes  de  ordenamiento  que  avale  la
               permanencia en el tiempo de los recursos pesqueros.

               El  calamar  gigante  o  pota  es  un  recurso  pesquero  de  oportunidad,  que  en  los  dos
               últimos  años  se  ha  presentado  en  abundancia  en  aguas  peruanas.  El  gobierno  ha
               otorgado  concesiones  de  pesca  a  buques  extranjeros  especializados  en  la  pesca  del
               calamar gigante o pota, sustituyendo la modalidad de pago por tonelada de registro
               neto de los barcos, por el de pago de tonelada de producto extraído. Como resultado
               de  esta  singular  modalidad,  única  en  el  Mundo,  se  permitió  que  el  Estado  Peruano
               obtuviera en 1992 la suma de veintiún millones quinientos mil dólares; y en lo que va
               del  año  93,  la  suma  de  veintitrés  millones  ochocientos  once  mil  dólares  por
               otorgamiento de concesiones de pesca a compañías japonesas y coreanas.

               Así se acabaron los tarjetazos, los sobres bajo la mesa, las presiones y las notas filtradas
               a la prensa con el propósito de defender intereses privados.

               (Aplausos.)


               El  Fondo  de  Desarrollo  Pesquero  viene  efectuando  obras  de  infraestructura  pesquera
               artesanal, construcción y equipamiento de embarcaciones pesqueras, financiamiento de
               motores para la pesquería e infraestructura de frío artesanales. Este fondo ha culminado
               pequeñas, pero importantes obras como, el desembarcadero artesanal de Cabo Blanco,
               el montaje de 19 equipos de frío a lo largo de la costa, equipos que se mantuvieron
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