Page 10 - Mensaje a la Nación 28 de julio\1993-1995\PLO-1993-34F
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Donde ayer existía un aparato estatal elefantiástico, sobredimensionado, con ministerios
que ocupaban enormes edificios, todo ello producto del clientelismo político ahora existe
una realidad totalmente diferente. Esos locales costaban en alquiler treinta mil o
cuarenta mil dólares mensuales. Hoy existe un Estado más pequeño pero más eficiente.
Pongo por ejemplo al ministerio de Agricultura que sólo en Lima contaba con cinco
edificios de once y catorce pisos y seis mil servidores, repito seis mil empleados en la
capital, no en los lugares donde supuestamente se les requería. Se trata de ejemplos de
la mayor incongruencia.
Es cierto que hemos marchado contra corriente de lo que se ha dicho tradicionalmente,
pero constatamos que cada vez más una nueva mentalidad más moderna se abre paso
en la acción del sector público y del sector privado. Hasta aquí se ha llegado no por los
caminos de una seuda concertación sino por la aplicación de una política firme que
recoge los más elementales principios de racionalidad, austeridad y eficiencia. Por eso
también le pusieron a mi gobierno el rótulo de autoritario. Pero imponer el orden y la
autoridad debe ser cosa normal en una sociedad civilizada, en una sociedad que quiere
progresar.
(Aplausos.)
Lo anormal es que prevalezca el desorden y la anarquía, la ausencia del mínimo
respeto a la norma, es decir aquello que los sociólogos llaman anomía. Y lo
condenable, que algunos se aprovechen de este estado de cosas para lucrar o mantener
prerrogativas a costa del pueblo.
Las reformas estructurales de este gobierno plantean un Estado moderno. En esta nueva
estructura, los preceptos ya no tendrán razón de ser puesto que los municipios, las
autoridades policiales y las autoridades sectoriales y judiciales desempeñan actos de
gobierno y ejercen autoridad.
En este sentido la prevalencia de la figura del prefecto aparte de duplicar esa autoridad
está demostrando que en muchos casos se ejercen indebidamente y se presta a
transgresiones o abusos de poder que es necesario eliminar. Por lo demás mantener esa
representación del Presidente de la República con una autoridad y una jerarquía
burocrática y palaciega equivale a los adelantados reinos de las monarquía como una
especie de virrey en las colonias.
El programa económico básicamente ha perseguido el logro de sus objetivos a través de
dos instrumentos. La política fiscal y la monetaria. La primera de ella, se ha basado en
el manejo estricto de las cuentas fiscales en donde sólo se gasta de acuerdo a la
recaudación tributaria y de lo que se obtenga mediante financiamiento externo. A través
de una estricta disciplina fiscal coordinada con un adecuado manejo
monetario-cambiario se ha logrado reducir el ritmo inflacionario en este último año.
Es por ello importante reiterar que el gobierno continuará aplicando una política que
permita mantener una trayectoria inflacionaria decreciente.
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