Page 17 - Rumbo al Bicentenario
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El debut de la                                                 María Delgado Romero de Odría junto con Eva Perón y
                                                                otras señoras, visitando dormitorios infantiles de una obra
                                                                de la Fundación Eva Perón. Año 1950.
                                                                Fuente gráfica: http://evita3.marianobayona.com/2dic06.html
 Primera Dama















         María de Odría: ¿la



         Evita peruana?





          Es probable que el mito de la Evi-  Sin embargo, entre ambas mu-
          ta Peruana con el que se recuer-  jeres hubo diferencias de fondo
          da a María de Odría haya sido  que se deben aclarar. De un lado,
          avivado por los medios de comu-   María Delgado adecuó su rol po-
          nicación y la leyenda popular que  lítico a un modelo no ideológico.
          pretenden  equipararla  con  Eva  Su doctrina, si la tuvo, fue la de
          Duarte, dado que coincidieron en  trabajar para los pobres con una
          el ambiente político latinoameri-  sincera vocación filantrópica vi-
          cano. Sin embargo, solo compar-   gente entre las elites católicas
          tieron ciertos rasgos y actitudes;  de nuestra sociedad. Del mismo
          entre ellos: que fueron elegidas  modo, asumió una preocupación
          por sus atributos personales para  maternal por los niños y desvali-
          consolidar ambos portafolios pre-  dos que se materializó en su ab-
          sidenciales y que se convirtieron  negada labor social.  A su paso
          en piezas clave en el gobierno, a  por la escena pública, destacó
          pesar de que las mujeres no eran  por  adecuar  su  comportamiento
          aceptadas en los círculos cas-    mesurado al papel asignado de
          trenses.                          mediadora entre el gobierno y
                                            la población, en consideración a
          En concreto, al traspasar la barre-
          ra de lo doméstico para incursio-  los parámetros hegemónicos de                                        17
          nar en lo político encarnaron un   feminidad establecidos en una
          rol aparentemente trasgresor. No   sociedad tradicional. Estas cuali-
                                            dades le granjearon el aprecio de
          obstante, siguieron reproducien-
          do el papel conservador de com-   las elites y de las clases popula-
          pañera y esposa fiel en el umbral   res.
          de los cambios sociales. Direc-
          cionando el apoyo de las clases                                                                         Comisión Bicentenario del Congreso
          populares  hacia  el  presidente
          realizaron una tarea inédita, es
          decir, no antes encomendada a
          una mujer.
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