Page 12 - Rumbo al Bicentenario
P. 12
Al respecto, la Técnico Tercero
Yungure acota: “Actualmente, me
encuentro trabajando en la Ter-
cera Zona Naval en la ciudad de
Arequipa, pero debí asistir a un
curso de capacitación en Lima,
por varios meses. Por tal motivo
mi madre se hizo cargo de mi
hijo de tres años mientras yo me
avocaba a mis estudios. Culminar
esa etapa de mi vida me dio una
gran satisfacción personal y pro-
fesional, pero también me dejó
una gran pena en el corazón”.
Igualmente, la Oficial de Mar Se-
gundo Ñahuis, nos cuenta su ex-
periencia como parte del Grupo
de Tarea 22 contra el COVID-19:
“Saber que no iba a ver a mi pe-
queño durante periodos de 21 multadas por no querer quedarse
días fue desgarrador para mí. Un en sus casas, mientras lo único
día, antes de partir, hable con él que yo quería era regresar a la
y le expliqué que su mamá debía mía”. - Oficial de Mar Segundo “Qué irónico que haya
ir a trabajar, que su querido Perú Maq. Karen Ñahuis Flores. personas multadas por
la necesitaba; sin embargo, el me no querer quedarse en
pidió, entre lágrimas, que no lo La integración del género feme- sus casas, mientras lo
deje solo. Eso me partió el cora- nino en el ámbito militar, no solo único que yo quería era
zón”. regresar a la mía”
constituye un componente esen-
cial por sus capacidades. Su
No cabe duda que, tener lejos a presencia ha permitido, además,
los padres es un golpe duro para una mayor aproximación a la po-
cualquier niño, pero debemos se- blación civil y contribuye al desa-
ñalar que, es aún más difícil rom- rrollo de los procesos de cons-
per el vínculo madre e hijo.
trucción de una sociedad con
igualdad entre hombres y muje-
“Durante mi servicio de patrullaje
12 extrañaba a mi hijo todo el tiem- res. Hoy, hemos conocido a mu-
jeres valiosas, quienes, con paso
po, pero el momento más difícil
Comisión Bicentenario del Congreso drugada, porque sabía que a esa compromiso y entrega, pero prin-
firme, marcharon conscientes de
era durante las guardias de ma-
que alcanzar el éxito requiere de
hora yo debía estar arropándolo
cipalmente, de mucho sacrifico
si botaba su colcha y cuidando
personal y familiar.
su sueño; en cambio, me encon-
traba interviniendo a cientos de
Para ello, nos comenta la flaman-
personas que no respetaban las
te Cadete Comandante del Bata-
normas impuestas por el Estado..
llón Angamos de la Escuela Naval
Qué irónico que haya personas