Page 17 - Rumbo al Bicentenario Nº 6, Año 2 - mayo 2019
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Luego de consolidar la independencia de Chile, el general San Martín inició su gesta libertadora al Perú para
derrotar al poder realista. Al desembarcar en la Bahía de Paracas (el 8 de septiembre de 1820) elaboró un plan
estratégico para mantener el bloqueo marítimo y ordenó al general Álvarez de Arenales iniciar su campaña militar
en la sierra con el fin de desconcertar los planes de los realistas, despertar el espíritu revolucionario en las
provincias y lograr que los patriotas del interior se integraran al grueso del ejército que operaba en el norte.
Para entonces, ya la población de Cerro de Pasco conocía de la llegada del Ejército Libertador, lo que fortaleció las
ideas libertarias que le llegaban de Europa a través del Atlántico y se retransmitía a través de los muleros que
transportaban minerales en su permanente contacto con el virreinato del Río de la Plata .
Muchos años antes, entre 1742 y 1756, Juan Santos Atahualpa había liderado una rebelión contra la corona
española actuando en la selva central, con el respaldo de los sacerdotes jesuitas y los muleros de Villa de Pasco,
poblado de importancia gravitante para la independencia perteneciente entonces a la intendencia de Tarma .
Los religiosos, en su condición de guías espirituales, promovieron un trato humanitario para los pobladores, por
lo que fueron expulsados de la zona. Sin embargo, los frailes Sancho de Córdova y Mariano Aspiazú, entre otros,
ya habían inculcado entre los muleros la idea de libertad y justicia, alentados por la campaña de Arenales y su
deseo de venganza por la severa represión realista .
En ese ambiente, los pueblos de Pasco conformaron partidas de montoneras y guerrillas para hostilizar al
enemigo y defender la integridad de su territorio, protagonizando heroicas jornadas contra la represión realista en
Uchumarca, Junín, Carhuamayo, Villa de Pasco, Ninacaca, Cerro de Pasco, Ulcumayo, Paucartambo, Huachón,
Chinche, Villo y Tápuc, entre otras localidades .
Fue así como la división expedicionaria, conformada también por soldados de Chile, Colombia, Argentina y
Paraguay, al mando del general Arenales y unidos por el común deseo de ver a nuestra América libre del yugo
español, obtuvo importantes victorias en Palpa, Nasca, Puente de Pampas, Mayoc, Cuestas de Jauja y Tarma, para
luego ocupar las alturas de Cerro de Pasco, lugar donde libraría una batalla memorable y escribiría la historia
poco conocida de la Expedición Libertadora.
DIVISIÓN ARENALES
CUERPOS TROPAS JEFES Y OFICIALES PARA SU MANDO
De los Andes B atalla de P asc o:P rimer triunf o patrio ta en la lucha por la independencia
El Batallón N.º 11 562 Sargento Mayor Román Antonio Deheza
Piquete de granaderos a caballo 50 Sargento graduado capitán Juan Lavalle
Piquete de cazadores a caballo 30 Teniente Vicente Suárez
Piquete de artillería con dos piezas. 23 Teniente Hilario Cabrera
667
De Chile
El Batallón Nº 2 471 Teniente Coronel Santiago Aldunate
Total. . . 1,138
Fuente: José Segundo Roca. Apuntes Póstumos Relación Histórica de la primera campaña del general Arenales a la sierra del Perú, en 1820. Buenos Aires,
1866, pág. 23.
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1 Alonso Carrió de la Vandera. “El lazarillo de ciegos caminantes”, Biblioteca Ayacucho, Caracas, Venezuela. 1965.
2 Alejandro Reyes Flores. “Vida cotidiana en los pueblos de Cerro de Pasco. Demografía-Economía-Sociedad-Siglo XVIII”. Ediciones “Kallpa” N° 3. Ciudad
Universitaria. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Diciembre 1979. Lima-Perú.
3 César Pérez Arauco. “Cerro de Pasco. Historia del pueblo mártir del Perú. Siglos XVI, XVII, XVIII y XIX. Instituto Nacional de Cultura – Pasco. 1996. Cerro de Pasco.
4 Pío Mendoza Villanueva. “Pasco en la guerra de la independencia”. Fondo Editorial Industrias Nieto. 2012. Cerro de Pasco.
