Page 80 - Vida y Obra de Toribio Rodriguez de Mendoza - Vol-1
P. 80

Volumen  1
                                       Varias cartas dirigidas al Rey y al Virrey sobre el Convictorio de San Carlos
                    De aqui han dimanado en todos tiempos las esforzadas quejas de los
            sabios, y aun de sus nerviosos defensores, entre quienes el mismo jurisconsul-
            to Portugués y diestro Poeta Antonio Gobea, Apologista el más empeñoso de
            Aristóteles contra el impugnador Pedro Ramos, persigue acremente a los glo-
            sadores y maestros que revistiendose de Aristotélicos han inventado nuevos
            y horrorosos monstruos de voces, para charlatanear y altercar dias enteros de
            las mas fútiles y ridiculas naderías.
                    En medio de todo lo hasta aqui expuesto, es notorio el común senti-
            miento de los Sabios, sobre que nunca deberia defraudarse a Aristóteles de
            una muy encumbrada alabanza por su Politica, Arte Poética, Retorica, frag-
            mentos sobre la historia los Filosofos, y otros tratados. Si su lógica es exacta,
            y mediocre su Etica; tiene según la expresión del celebre Heinecio en su his-
            toria Filosófica, algo de ridiculez su Fisica, en que por otra parte no abrazo
            o comprendió la coordinacion general de las partes del Universo: siendo su
            Metafísica llena de tal obscuridad, que muy poco o nada se puede aprender
            con su lectura a no iniciarse con perfectas nociones anticipadas; por lo qual es
            comparado con Aristóteles a aquel pescado LAGIVIA, que arroja de sí un hu-
            mor o tinta negra para ocultarse quando es perseguido. Además, qualquiera
            sabe que en la Metafísica misma representa a Dios Aristóteles como sujeto a
            las leyes de la Naturaleza, y sin previsión de las cosas de aca abaxo, añadiendo
            que la providencia Divina no se extiende a las sublunares, o a todo el mundo
            habitado, y a esta parte del Universo que se comprehende entre el centro de
            la tierra y la región de la luna. La mortalidad de la alma resulta, o se deduce
            de los principios que el mismo establece, aunque en los libros de ANIMA la
            declara inmortal: y sostiene la imposibilidad de la creación del mundo baxo
            la axioma que no se puede hacer algo de la nada: de donde concluye que es
            eterno el mundo. No menos es motejado Aristóteles de haber fixado el principio
            de los nervios en el corazon, y negado la existencia de arteria en el higado: no
            menos que por varias inconstancias suyas, como la de espresar en el 2. Libro de
            COELO Cap. 2. que el Polo austral es el superior; siendo asi que en el Lib. 2. de
            los METEOROS Cap. I. cree ser las tierras septentrionales las mas elevadas. Su
            Fisica de que he hablado antes, esta llena de expresiones vacias enteramente de
            sentido, y de un lenguaje que nada significa, como quando dice que la materia
            tiene un deseo y una agitación natural de perfeccionarse, y que las formas son
            substancias que subsisten por si mismas; o quando pretende explicar las opera-
            ciones de la Naturaleza por medio de qualidades ocultas, y virtudes especificas.



                                                79
   75   76   77   78   79   80   81   82   83   84   85