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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Vida y obra de Toribio Rodríguez de Mendoza
            de comida, y dos de cena muy malos con su miel y su pan; que después se sacó
            del todo el almuerzo, y finalmente se puede decir también que la comida; pues
            solo bajan al Refectorio como unos diez, a consecuencia de haber manifestado
            el señor Rector la escasez de medios, y así es que a los demás les traen la comida
            de la calle; que en orden a la lectura antes se defendían por turno conclusiones
            aquella hora, pero que ya después no hubo nada, y este es su actual estado.
                    4 a A la cuarta dixo: Que el señor Rector nunca concurre al Refectorio.
                    5 a A la quinta dixo: Que el señor Rector concurre a las funciones Es-
            colásticas del Colegio; pero que en punto a visitar Aulas, lo habrá hecho ocho
            o diez veces, desde que el deponente se halla en él.
                    6 a A la sexta dixo: Que hay todos los días misa, como a las siete y me-
            dia en los Feriados, y a las ocho y media en los de fiesta, que hay rosario a las
            seis y media, y puntos después de las nueve: Que los Vice-Rectores cuidan de
            que los colegiales concurran a estos actos, pero que los Pasantes, y Maestros
            no lo suelen hacer: que la hora de puntos, o de lectura espiritual que interrum-
            pida por mucho tiempo, pero que en el día se ha restablecido .
                    7 a A la séptima dixo: Que los colegiales confiesan y comulgan dos
            veces al año, la una cumpliendo con el precepto, y la otra en todo este mes.
                    8 a A la octava, dixo: Que las puertas del Colegio se abren a las seis de
            la mañana, y se cierran a las diez, aunque el que declara acuerda tiempo en que
            se cerraban después de la hora de puntos que era de las nueve y cuarto.
                    9 a A la novena, dixo: Que los Vice-Rectores, Maestros y Pasantes sa-
            len de día y de noche cuando quieren, que los colegiales grandes hacían lo
            mismo, cuando los arbitrios del Colegio llegaron a apurarse, pero que en el día
            no salen.
                    10 a A la décima, dixo: Que ni el Rector, ni los Vice-Rectores, y Maes-
            tros se ausentan sin una justa causa.
                    11 a A la undécima dixo: Que los Vice-Rectores cuidan de que los co-
            legiales cumplan con sus obligaciones, pero que los sirvientes no penden de
            ellos, sino del Mayordomo.
                    12 a A la duodécima, dixo: Que los Maestros son puntuales en la en-
            señanza, aunque pudieran tener alguna escusa, pues todos los Pasantes que
            están encargados de Aulas, al mismo tiempo que enseñan, estudian Teología,
            Leyes, o Cánones.
                    13 a A la décima tercia, dixo: Que hubo tiempo en que a cada Vi-
            ce-Rector se le daban cincuenta pesos de mesada, y doce a cada Maestro, lo



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