Page 309 - La Rebelión de Huánuco. Vol 5
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La Rebelión de Huánuco de 1812
particular se siguieron en espediente separado; por que los pocos que á mi me
quedaron fueron bendidos publicamente en la plaza de Pachas para pagar los
tabacos del Rey que havian estado á mi cargo que parte de ellos fueron distribui-
dos en los fieles provincianos que me ayudaron á contener á los ynsurgentes
en el puente del mismo pueblo; y otros con muchos vienes mios se perdieron
por consecuencia de la injusta rigurosa pricion que alli sufri: Constando lo
primero del citado espediente que con el juramento devido manifiesto, para
que visto se me debuelba para en guarda de los vienes de aquella.
A pesar de tantas y tan atroses calumnias como mis emulos fraguaron
contra mi para destruirme; no han podido, no pudieron obscureser los reele-
bantes servicios que hise al Rey nuestro Señor (que Dios guarde) y á la Patria
en aquel tiempo calamitoso de la ynsurreccion; los que resaltan á la vista en
la sumaria informacion de once testigos que en veinte y una fojas, y con la
solemnidad devida presento á Vuestra Señoría. En ella se acredita plenaria-
mente, haver aprehendido con mis manos al rebelde Aro que infiel á nuestro
Dios, y traidor á nuestro Rey, vino á aquel Partido capitaneando á los indios
sublebados, cometiendo por los pueblos todo genero de exesos, y atrosidades
escoltado de una multitud inmensa de rebeldes, de los cuales ochenta con dos
caudillos que le acompañaban en clase de subalternos fueron igualmente apri-
cionados por mi; y mediante esta plausible é importantísima empresa fue con-
ducido al cadalso el rebelde Aro para escarmiento de los delincuentes: Que
despues de haver asegurado en la carsel de Pachas, y casa de mi padre á estos
grandes reos, me trasladé al puente en donde ausiliado de algunos besinos lea-
les contube a los insurgentes que á viva fuersa pretendían ganar aquel punto
para poner en libertad á su General, y demas confederados: Que á riesgo de
mi vivida a costa de mi caudal, y á impulsos de mi acrisolada lealtad, mantube
aquella porcion de realista todo el tiempo que duró la accion, proporcionan-
doles armas ofencivas, municiones, y viveres para sobstener aquel punto tan
interesante del cual pendía y pendió la rendicion, y fuga de los rebeldes.
Estos fueron entonces unos hechos notorios, que hoy resultan provadas
en todo rigor de derecho, conforme á lo dispuesto por las leyes, y no es com-
patible (segun el esencial atributo de la Justicia) que un vazallo que entonses
obró tantas y tan buenas cosas en servicio de la corona, y utilidad de la Patria;
huviese incurrido en el feo borron de insurreccionario, como pretendieron
abultar mis enemigos para llevar adelante su maledisencia; apropiarse mis
acrisoladas acciones, y mancillar mi acreditada lealtad.
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