Page 214 - La Rebelión de Huánuco. Vol 5
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Volumen  5
                                 Documentación oficial de la revolución de 1812 en la Gaceta del Gobierno de Lima
            arruinada ciudad sin necesidad de segunda accion de armas, ha sido una de
            las resultas de incalculables ventajas para la tranquilidad de estos paises, de la
            memorable baralla del paso del puente de Ambo, en que segun disposicíon de
            los mismos enemigos, tubieron por imposible, y mas de trecientos muertos,
            muchos heridos y dispersos cuyo paradero ignoran, con bastantes armas de
            fuego y blancas. = El despoblado que ocupaba cuando extendí mi primer par-
            te fecha del 18 del que rige: el terrible temporal que sufriamos de lluvia, y aún
            la falta de utencilios de escribir, por interesarme sobre todo tomar posicion
            ventajosa para evitar sorpresas, eludir emboscadas, y la dominacion de terre-
            no en unas quebradas horrorosas, y en fin la fatiga que todos habiamos tenido
            sin ahorro de incomodidad, me hicieron caer en algunas faltas que la justicia,
            y el interior convencimiento de mi conciencia me estrechan imperiosamente
            á llenar en el presente, para que dado á la noticia pública, juntamente que
            el primero, no queden privados del aplauso y del agradecimiento á que son
            acreedores los dignos oficiales y soldados de este egército que en la atrevida
            empresa de pasar el puente de Ambo, han dado un dia de gloria á la patria,
            y fixado la suerte de muchos pueblos. = Dicho puente constaba de solos dos
            palos únicos que con indecibles esfuerzos pude adquirir de diez y siete, y diez
            y ocho varas de largo fixos sus extremos en tres órdenes de canes salientes de
            las barrancas de una y otra orilla de cuatro á cuatro y media varas, para suplir
            la falta de largor de los palos, quedando por consiguiente tan angosto el tran-
            sito que solo podia pasarse a la desfilada con precision de tocar los que salian
            en el pie mismo de la roca, y cerro elevado que tenian ocupados los enemigos
            parapetados del modo que dige en mi citado parte, y tener que correr un terre-
            no de mas de 300 varas desde la salida de la plaza hasta doblar á la llanura de
            Ayancocha dominados del fuego de los enemigos que lo hicieron terrible tres
            cuartos de hora, y nos hubieran detenido á no ser el extraordinario arrojo, que
            puede decirse temerario de nuestras tropas y valerosos oficiales destinados á
            vencer este transito horroroso, los apoyos que en junta de guerra, obtenida la
            noche antes, acordé colocar en la banda que ocupabamos, é individualizé á V.
            E. sin que me quedase, ni á mis heroicos compañeros de armas otro recurso de
            minorar el peligro, á no adoptar el vergonzoso partido de una retirada, acaso
            mas expuesta, que hubiera inflamado el fuego que ya hacia dias se iba mani-
            festando en otros pueblos, y que no hubiera podido realizar por la virtuosa, y
            nunca bien recomendable resolucion que me manifestaron los oficiales todos
            que compusieron la junta, de morir antes que incurrir en una falta de des-



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