Page 81 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
P. 81

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La Rebelión de Huánuco de 1812
                    Consta por ella plenamente provado que a los tres ó quatro días de la
            imbación de los Yndios salí de esta Ciudad de día claro, en compañía de mu-
            chas mas personas, dirigiéndome con mi familia para el Pueblo de Caury de
            donde es oriunda mi Madre Política Josefa Celiz: Así lo deponen á la primera
            pregunta de mi interrogatorio Doña Josefa Arze vecina de esta ciudad y espa-
            ñola, Doña Rosa Megía de iguales calidades, Don Manuel Talancha, Don Féliz
            Ramírez, y Don Mariano León; dándoce rasón de sus dichos, pues aseguran
            que se aucentaron huyendo del terrorismo que causaba la Yndiada amena-
            sando de muerte á todo hombre que no fuese de su clace. Y pregunto aora
            refiriéndome al Segundo cargo que se me hiso, ¿es combinable que un hombre
            que protegió el saqueo de los mismos Yndios fuese perceguido por ellos? pue-
            de el que quiera deducir á su arbitrio la concequencia, que me arriesgo a dejar
            á su livertad.
                    Deponen mis testigos á la Segunda, que quanto yo llebé para Caury,
            fue una petaca, cuio contrapeso era un costal de coca con alguna falta de ella,
            y un colchón en medio, y de aquí es que no pudo la petaca llebar, ni géneros
            en abundancia, ni plata en cruz, pues siendo el contrapeso de ella un costal
            empesado de coca, nunca pudo llebar otra cosa que ropa de huso de mi fami-
            lia, como algún testigo lo declara por haverlo visto. Y preguntados a la tercera
            interrogasión si en el Pueblo referido de Caury se me hiso algún embargo con-
            tentan uniformenmente que no, y en seguida que yo he vivido honrradamente
            con una tiendecita y buscando mi vida en el comercio, por lo que no han teni-
            do que notar de mi buen manejo y conducta; asegurando el Segundo Testigo
            que a mi vajada posterior a esta Ciudad (único por nececeidad en este caso)
            que a mi buelta a dicho Caury me condujo en clace el arriero un manucordio,
            un pabellón y unos papeles pertenecientes todo a mi tío el Presvítero Don Fer-
            nando Gaytán- añadiendo a la tercera pregunta mi vajada para cobransas al
            Pueblo de Gibia del Partido de Huamalíes, como tengo declarado en mi con-
            fesión, por haber sido el objeto Principal de mi salida el de las cobransas, que
            me llebó entonces hasta el Pueblo de Aquia donde fui sorprendido, y preso de
            orden de Vuestra Señoría y dirigido á su precencia.
                    Concluiase mi descargo y Publíqueseme inocente a pricencia de la
            Subcequente certificasión, en que consta, que sin embargo de la distancia en
            que me hallaba de esta Ciudad al tiempo de mi sorpresa, nada se me embargó
            por aquel Jues comicionado. Prueba la mas inductiva, y concluiente de que yo
            no saqué de esta Ciudad, ni en la primera, ni en la segunda vez cosa alguna



                                                80
   76   77   78   79   80   81   82   83   84   85   86