Page 56 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen  3
                        Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco - Segunda parte
                    Todo lo que se encuentra contrario a mi parte en el Prosezo, se reduce
            á haversele visto con los Yndios en el Puente de Huayaopampa en la noche de
            la irrupción, y también haver ido en su compañía a los convates del Aciento de
            Ambo, según instruyen las declarasiones de Don Pedro Tello, Asencio Talan-
            cha, Don Manuel Talancha y Domingo Berrospi, y confesiones de José Nar-
            barte Narbarte, y Juan José Castillo. En quanto a lo primero, lejos de hallarse
            culpado Pedro José, parece que en aquella noche, en que principió el tumulto,
            se hiso un mérito digno de algún elogio; por que viniendo a esta Ciudad de las
            tierras de Chulquillo, que tiene arrendadas al Pueblo del Valle, y tomándola
            delantera a los Yndios, con el designio de dar aquí el aviso oportuno del daño
            que amagava, encontró en las inmediaciones del Puente al Subdelegado de
            Panataguas Don Alfonso Mejorada, al Capitán Don Diego Adalid, a Don José
            Mesa, a Don Pedro Espinosa, y a Manuel Ramires, a quienes efectivamente
            notició la resolución de los Yndios, y aseguró hallarce ya a vien poca distancia,
            sin duda con el objeto de que se tomasen las precausiones y medidas corres-
            pondientes para la defensa de la Ciudad. No quedó satisfecho mi parte con
            esta deligencia oportuna, sino que se determinó a regresar en compañía de
            algunos de los indicados a saver con fixesa el paraje donde estavan los Yndios,
            y últimamente sólo con el fin de contenerlos y persuadirles que se bolviese á
            sus Pueblos. Todo esto es constante por las declaraciones juradas que acom-
            paño en la devida forma, echas por los enunciados Don Alfonso Mejorada,
            Don Diego Adalid, y Don José Mesa, siendo creible que Don Pedro Espinosa,
            y Don Manuel Ramírez, depusiesen lo mismo, sino hubiesen estado ausentes
            del lugar al tiempo de evaquarse las citas que de todos ellos hiso mi parte
            quando le fue tomada su confesión. El segundo declarante Don Diego ace-
            bera á mayor abundamiento haverle referido Pedro José que havía dado a los
            Yndios algunos consejos en razón de atraerles de su temerario pensamiento, y
            quando regresó á Huayaupampa para encontrarlos de nuebo, fue sin duda su
            intención concluir la obra laudable que tenía comensada.
                    Vien claro es que todo lo expuesto, con el resultado de las tres decla-
            raciones manifestadas, faborese á mi parte, sin que sea nesezario dar á estas
            una interpretación violenta y disconforme con su literal sentido. Así es creíble
            que no pudiendo Pedro José lograr el fin de persuadir á los Yndios que no in-
            vadiesen la Ciudad, vino con ellos hasta el Puente y le embarazaron pasace á
            reunirse con los del Partido fiel, sirviéndole también de impedimento el reselo
            de ser muerto ó herido, pues inmediatamente se dio principio al tiroteo. Con



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