Page 51 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La Rebelión de Huánuco de 1812
            esclarecer que sin motivo se le havía mesclado, imputándole que era una de
            los principales agentes de la rebolución experimentada en esta Ciudad, desde
            la distancia en que se hallaba, con noticia que tubo de que estaba llamado á
            edictos, y Pregones, vino con la mayor prieza á presentarse ante la justificación
            de Vuestra Señoría como consta por su Escrito que corre á fojas en el Proceso.
            Y que sucede, reducido en la prición en que se halla, las personas en quienes
            tiene más confianza, y puesta sus esperanzas, para que corran con las diligen-
            cias que es propia á esclarecer la verdad en estos casos; lo desamparan, no hay
            quien verifique la menor diligencia. Hasta que con el auxilio de este Jusgado y
            sus providencias, son conducidos los testigos, no son havidos los más necesa-
            rios por hallarse ausentes y no obstantes avsuelven en lo que son sabedores, y
            les consta.
                    Por lo que respecta á su honrrado proceder, y buen manejo, todos con-
            testes lo declaran; el segundo y quinto testigo, como que lo vieron, que fue á la
            imbación de Ambo forzado, sin que sus escusas le hubiesen balido ni poderse
            desprender de unos Yndios feroces, y unos Comandantes llenos del mayor
            orgullo, y altaneria que todo lo querían allanar, con pena de la vida; y a la me-
            nor recistencia, así se hubiera berificado, y por no ser víctima de esas furias,
            condeciende, y camina forzado, sin poder desprenderse, viéndose rodeado
            siempre de Enemigos que lo atingen.
                    El amor á su Esposa, y familia, y los pocos bienes que estas poseen, no
            le hace tomar a mi parte una resolución de romper por medio de todos ellos, y
            pasarse a las Banderas de Vuestra Señoría, por que si lo verifica, estas padecen,
            las hostilizan, consumen con sus hogares, y tal vez cumplen con las amenazas
            de quitarles las vidas; y se ve en una cituación sin saber que medio tomar, mas
            que el verse oprimido en medio de todos ellos.
                    A todo lo referido coadyuba la escases de talento de mi parte, hom-
            bre de campo sin manejo, ni trato de gentes, en ese estado creyendo a esos
            Bárbaros de que las tropas de Vuestra Señoría viene consumiendo á sangre
            y fuego, á todo rebelado, después de la derrota de Ambo, emprende una
            precipitada fuga, mas llega á su noticia todo lo contrario, y el de estar lla-
            mado á edictos, y pregones; toma la deliveración de venir a presentarse, y
            lo verifica con su citado Escrito, esperando el vindicarse, y hallar el reme-
            dio oportuno en las claras aguas de su jusgado, donde es admitido: Hace
            su confeción con cinceridad, y verdad, mas el acilo que esperaba en los
            suyos le falta, pues viéndolo en los conflictos en que se halla, no hay quien



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