Page 337 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La Rebelión de Huánuco de 1812
                    En la ciudad de Huanuco á nueve de Mayo de mil ochocientos y dose
            años mandó comparecer Su Señoria ante si á un hombre preso por esta causa
            del qual por ante mi el Escrivano recivió juramento por Dios Nuestro Señor, y
            una señal de cruz en forma de derecho, y haviendolo hecho el susodicho como
            se requiere, y ofrecido decír verdad se le preguntó lo siguiente:
                    Preguntado como se llama de donde és natural, y vecino, que oficio, y
            edad tiene: Dixo que se llama Manuel Moscoso: Que és natural, y vecino de
            esta Ciudad, de oficio Cabo del Real de Lima, y de edad de veinte y siete años
            y responde.
                    Preguntado quien lo prendío, de orden de quien, que dia, y por que
            causa, ó si la presume dixo: Que el Cabo Jose Guillen lo conduxo al Quartel
            donde se halla á las cinco de la tarde del dia veinte y nueve del pasado de or-
            den del Señor Governador Yntendente; ignorando absolutamente el motivo
            de élla, ni menos presumiendola, y responde.
                    Preguntado en que lugar se há hallado en los primeros dias de la su-
            blevacion sucedida en esta Ciudad, y durante .el tiempo que se executó esta
            hasta la entrada de Su Señoria dixo: Que todo el tiempo que duró la expresada
            Rebelion se mantuvo en esta Ciudad, á excepcion de dos dias que gastó en la
            fuga que hizo de élla con el fin de sustraherse de los alsados, y responde.
                    Preguntado en que se ocupó durante la citada epoca, y especialmente
            el primer dia en que sucedió la invacion de los Yndios Rebeldes á esta Ciudad
            dixo: Que la noche que intentavan estos el trancito del Puente de Huayaupam-
            pa fue uno de los defensores que resistieron semejante empresa juntamente
            con doce Reclutas de mi cargo, de donde se regresó a esta Ciudad por orden
            del Subdelegado para hacer guardia en la Real Carcel, como efectivamente la
            cumplió con dichos soldados, hasta que el citado Subdelegado votó los presos
            á las nueve del dia siguiente, y fugó con otros Europeos; lo que visto por el
            confesante se retiró con su gente considerando innecesaria la guardia que se le
            havia encargado, y responde.
                    Preguntado en que se ocupó luego que abandonó la expresada guar-
            dia, y en el tiempo que los Yndios Rebeldes principiaron á ocupar la Ciudad,
            y á robar las tiendas, y casas de algunos vecinos dixo: Que en las horas que
            sucedió todo lo referido se estuvo retirado en la puerta de la Yglesia Mayor, de
            donde no se movió á ninguna parte de miedo que los Yndios no le hicieran al-
            guna extorcion, ó agravio: Haviendose manejado con igual conducta en todos
            los acaecimientos de dicha Rebelion, y responde.



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