Page 31 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La Rebelión de Huánuco de 1812
                    (Al margen) 2a.
                    Ydem Digan si como tal honrrado continuamente lo han ocupado los
            Señores Magistrados para conferirle comiciones que ha desempeñado a la ple-
            na satisfacción de estos de que le han dado las devidas gracias.
                    (Al margen) 3a.
                    Ydem Digan si en su ministerio de tal Sargento lo han visto cumplir
            desempeñando quantos cargos le corresponden.
                    (Al margen) 4a.
                    Ydem Digan si han savido ó tenido noticia que mi parte se emplease en
            juntas indecorosas, en malas compañías ó en qualquiera notable desconcierto
            por donde se hiciese digno de reprehención.
                    (Al margen) 5a.
                    Ydem Digan si han savido o tenido noticia que mi parte se juntase en
            los cónclaves é iniquas juntas que sus motores (como es regular) harían para
            efectuarlas.
                    (Al margen) 6a.
                    Ydem Digan si la noche que llegaron los Ynsurgentes al Puente de
            Huayaopampa, se allaba a la rasón mi parte de guardia con el Subteniente Don
            Narciso Tafur en esta Real Cárcel, desde donde lo mandó de auxilio por allá:
            al amanecer regresó a su guardia y después con la propia comición de auxilio
            bolvió al Puente hasta tanto que retirados de allí los Magistrados segunda vez
            bolvió a dispocición de su Oficial a la guardia. Como quedase solo aquel y mi
            parte fuese llamado con ciertos y ciertos soldados por el Señor Subdelegado a
            la mitad de la Plaza, retirándose de ella todos los Europeos, también se retiraron
            los soldados; y sólo su Sargento fue visto que estaba con su sable en la mano.
                    (Al margen) 7a.
                    Ydem Digan si es verdad que tanto mi parte quanto su hermano Don
            Agustín Pérez Alférez de Dragones se mostraron tan leales en lo que contiene
            la anterior pregunta que el segundo con un intrépido valor se arrojó á ellos
            causa para que no sólo fuese víctima inescusable de sus furores; sino que a
            su frío cadáver le negasen hasta la sepoltura Eclesiástica; de tal suerte que se
            hizo preciso que sin Exequias ni Misa se ocultase de noche y a los tres días
            de muerto en un hoyo que con violencia se abrió. Por estos crímenes con que
            los Ynsurgentes culpavan a mi parte le provinieron las obligaciones que dexo
            relatado en varios puntos de este Ynterrogatorio.





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