Page 201 - La Rebelión de Huánuco. Vol 2
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La Rebelión de Huánuco de 1812
Ante mi: Nicolas Ambrocio de Ariza (Rubricado).
Escribano de Su Majestad.
Inmediatamente para ebacuar la sita que resulta en la declaración an-
tecedente hizo comparecer Su Señoría á Doña Gregoria Mirabal, a quien por
ante mi el presente Escrivano le recivio juramento que lo hizo por Dios Nues-
tro Señor y una Señal de Cruz bajo del qual ofreció decir verdad en lo que
supiere y fuese preguntado, y siendolo con arreglo á ella dijo: Que es cierto
que una noche á la ciete dio noticia á su cuñado Don José María Cierra de que
en la esquina de su casa havia una quadrilla de quarenta hombres a quienes
vio con su hermana Doña Ana por estar sentadas en la puerta de la tienda:
Que despues de la noticia dada a su cuñado se pararon en la misma puerta de
la tienda con el, Madre, y hermana, y que lo unico que percivió fue el decir,
«ustedes por donde se comparten» á que contestaron que por Santo Domingo:
Que de miedo se entró á su casa, y segun se acuerda que solo su cuñado bolvió
á obserbar lo que sucedía: pero que conoció entre los del concurso a Antonio
el Limeño, a Jose, y Manuel Rodríguez, Francisco Bustamante y José Ulluco:
que esta es la verdad para el juramento que tiene hecho, en que se afirmó, y
ratificó, que no le tocan las generales de la ley, y disiendo ser de edad de diez y
nueve años la firmó con Su Señoría de que doy fee.
Josef Gonsales de Prada (Rubricado).
Gregoria Mirabal (Rubricado).
Mariano Flores (Rubricado).
Ante mi: Nicolás Ambrocio de Ariza (Rubricado).
Escribano de Su Majestad.
Incontinenti para ebacuar la sita en la declaración anterior hizo compa-
recer Su Señoría a Don Domíngo Espinosa á quien por ante mi el presente Es-
crivano, le recivió juramento que lo hizo por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz bajo del qual ofreció decir la verdad de lo que supiere y fuese preguntado, y
siendolo con arreglo á ella dijo: Que es cierto que una noche se estuvieron en la
puerta de su tienda con sus dos hijas, y su hierno Don José María Cierra obser-
vando lo que hacian una quadrilla de hombres y que lo único que pudo oír fue de
las disposiciones que daban para ir a los barrios de Santo Domingo, é Yscuchaca
por que se entró a su casa de miedo, de cuyo hecho dicho su hierno dio noticia
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