Page 378 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Volumen 1
Sobre la insurreción en Huánuco y la creación de una Junta Gubernativa
el Domingo veinte y tres del presente de que con consulta mía se dio parte a
Vuestra Señoría por mi Señor Padre el Alferes Real Don Manuel Berrospi a
quien los tumultuantes yndios aclamaron por Subdelegado, cuyo único me-
dio de alguna pacificación fue aceptar tal nombramiento maximamente por
evitar mayores funestas consequencias; el ylustre ayuntamiento lleno de dolor
al ver las críticas circunstancias presentes considerando no podía tener efecto
una aclamación clandestina, y que por otra parte la avanzada edad de mi Se-
ñor padre no le permitía exercer el empleo, como corresponde, determinó se
celebrase en Cavildo una Junta de las personas que al pareser eran mas senza-
tas: en cuyo acto se me nombró provisionalmente por Subdelegado Ynterino
como lo verá Vuestra Señoría en la acta que en Copia sertificada acompaño.=
El fin propuesto por los ynsurgentes ha sido expulzar de la Ciudad a todos los
europeos para que el mando recayga en solos americanos y así intrepidamente
se avansaron á elegir a mi padre agarrandolo de sorpreza, y visto pues que no
havía otro arvitrio de pacificación para evitar un destroso lamentable de la
Ciudad en circunstancias de hallarnos sin armas, sin gente que casi toda salió
fugitiva y sin peltrechos de guerra, fue nesesario permitirles la entrada que so-
licitaron para solo buscar a los chapetones y registrar el Hospicio de San Fran-
cisco donde aseguravan tenían armas estos, pero esto no solo se reduxo a lo
que havían propuesto sino que posesionados de la Plaza se echaron al saqueo
en tal conformidad que no perdonaron archivo público de papeles, tiendas, ni
casas y aun hasta la Real Administración de rentas que no consumieron sin
que bastasen las pláticas de los sacerdotes mis hermanos, ni los ruegos de mi
padre y mios pues entregados en el rrobo y la embriagues no respetaban orden
ni atendían pláticas ni súplicas = Acabado el saqueo el martes siguieron a las
sinco de la tarde viendo los yndios que el Pueblo de Cllalla se havía aquarte-
lado en nuestro fabor y alguna gente que pudo haverse en la Ciudad se fueron
retirando a sus pueblos conduciendo lo rrobado y lo que se rrobó por la plebe
de esta Ciudad se está recojiendo del modo posible = Los yndios se han reti-
rado muy satisfechos en que por nuestra parte se les ha otorgado aliansa para
sostener sus ideas, pues protextaron estas prontos a la primera orden que se
les impartiesen para venir de sus Pueblos a resistir la entrada del aucilio que
se recela puede venir; y así con este estratagema ha quedado apasiguada la
Ciudad y los yndios retirados con el recelo siempre de que nosotros como
españoles y leales basallos hemos de recibir el aucilio llenos de regocijo y nos
hemos de unir a él: ellos bien lo han premeditado; pero como para asegurarse de
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