Page 224 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
P. 224

Volumen  1
                            Relación verídica y auténtica de la revolución que estalló en la ciudad de León de Huánuco
            Ylustrísima. Algunos pocos al presidio del Callao por 10 años y otros por
            menos. Otros al trabajo del socavon del Cerro, por 6 años, por 4, y por dos; y
            en fin todos los demas comprehendidos en el yndulto, que concedió el Exce-
            lentísimo Señor Virrey. Aseguro a Vuestra Señoría Ylustrísima que no pude
            creer que tal sentencia fuese de la Audiencia de Lima hasta que el mismo se-
            ñor Yntendente me dijo ser verdadera. Tengo el yndulto comunicado de oficio,
            veo en él que Su Excelencia excluye de él, a los caudillos, y promovedores de la
            ynsurreccion, y con todo la sentencia lo extiende a los principales caudillos y
            promovedores, y de modo que ni los nombra. He visto fuera de la carcel, dicen
            que con fianza, a muchisimos que publicamente capitanearon a los alzados a
            los que promovieron la insurreccion en todos estos lugares, y que persiguie-
            ron de muerte a los leales. Los conozco, sé que fueron cavezas de la rebelion,
            y sé que por tales aparecen en los autos. Veo que están indultados, y no sé a lo
            que atribuya esta indulgencia. En Huanuco ha causado esta sentencia tristísi-
            mos efectos. Los buenos están avatidos, llenos de desconfianza, y temor, y los
            malos con una altaneria que sé vé al momento en sus semblantes. He hablado
            con reos, que yo juzgué, no escapasen con la vida, y haviendo estado antes tan
            temerosos de perderla, les hé oido decir que se les há perseguido con injusti-
            cia, y soltar unas baladronas que no diria el mas fuerte el mas fiel. Los yndios
            están lo mismo, lo dicen en sus corrillos, y lo confirman con haver visto traer
            ante el Señor Yntendente a dos que estavan hablando en la calle de este modo,
            añadiendo que Casteli vendria pronto, y vengaria el agravio que se les havia
            hecho, en la persona del mismo señor Yntendente y tropa de Tarma. Esto no
            es relato, pues yo mismo lo presencié. En suma yo veo que en Huanuco no se
            enmienda el mal, y que por consiguiente devemos esperar que como en el Alto
            Perú, el sistema de indulgencia sea la causa de nuevo desorden, y de necesidad
            de muchos mas sacrificados. Asi lo creo, si no se aplacan mui pronto los paises
            sublebados.
                    A pesar de este sistema de mansedumbre, que há provado tan mal en
            la epoca presente, sé que el señor Fiscal Protector há suplicado de la sentencia,
            y que la suplica fué admitida contra el dictamen del otro Señor Fiscal. He visto
            el recurso de suplica, tejido de mil falsedades, y expresiones que tiran a de-
            gradar a este señor Yntendente y he visto tambien la respuesta que este señor
            tiene prevenida para quando se le comunique de oficio la suplica. Si alguno se
            destinara a hechar a perder a los yndios no lo harian mejor que el señor Fiscal
            Eyzaguirre pues dice en la suplica que el levantamiento no fué para otra cosa



                                               223
   219   220   221   222   223   224   225   226   227   228   229