Page 223 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Huánuco de 1812
            es que publicamente se save son reos, y graves. Algunos otros que tambien se
            save lo son, o a lo menos yo lo sé no han sido aprehendidos. Muchos juzgan
            que esto es poco justicia; pero yo opino que ellos han sido causados, y que
            sus causas son asunto reservado, ya por la calidad de las personas, ya por que
            combiene el secreto hasta la determinacion de el Juzgado que se haya organi-
            zado en Lima para juzgar a Huanuco.
                    Se abrió en estos dias la visita de las Provincias de Huanuco, y Panata-
            guas, y creo que los primeros pasos que se dan, no son mas que escuchar que-
            jas de sus jueces. En mi primer parte dije a Vuestra Señoría Ylustrísima que
            estos havian abusado mucho de su autoridad, y heran la causa de el desconten-
            to de los yndios, y de la ciudad con el govierno. Soy imparcial, asi como para el
            sosiego y felicidad de Huanuco es preciso quitar muchos huanuqueños, asi es
            preciso quitar algunos europeos, y en primer lugar los juezes actuales. Como
            podrán ser buenos quando compraron publicamente los destinos para otros
            fines que los de administrar justicia? El Subdelegado de Panataguas dio 5 mil
            pesos por serlo, y sé por voca del mismo, que lo dicha Provincia no dá 100 pe-
            sos al año de derechos de actuacion, y de tributos. Mas puede comerciarse, y lo
            que compró este Subdelegado y compraron en el govierno anterior, todos, fue
            el privilegio exclusivo de comerciar en su Provincia. Asi son los Juezes de aqui.
            Considere Vuestra Señoría Ylustrísima quales serán sus justicias— Somos 23
            de Junio.
                    Hoy 28 de Julio hemos savido llegó de Lima á Huanuco el Oficial que
            condujo los autos, y no se ha dicho mas de su llegada, que haver traido orden
            del Excelentísimo Señor Virrey para que todos los reos que estavan fuera de
            prision, con fianza, volviesen a ella. Me parece en justicia, pues muchos son de
            consideracion, y podian fugar a la menor noticia que tuviesen de qualesquiera
            castigo.
                    Somos 28 de Agosto. Con noticia que tuve havian llegado de Lima las
            sentencias de los reos de Huanuco y la ocasion de hallarme en un Anexo de mi
            Doctrina a seis leguas de aquella ciudad, pasé a ella con el objeto de imponer-
            me menudamente en las sentencias. No havia nada de oficio, mas en toda la
            ciudad corrian copias de la sentencia promulgada en vista, y con la calidad de
            sin embargo. En ella aparecen sentenciados a garrote el General Castillo, José
            Rodriguez, y Norverto Aro Alcalde de un pueblo de Huamalies. El Padre Mar-
            tel a España, con el lego finjido, Villavicencio a disposicion de su Provincial.
            Los Clerigos Ayala Lastra, Narvarte, y Zavala a Lima a la de Vuestra Señoría



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