Page 370 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Volumen  1
                                                                Lección sobre la ley 39 de Pánfilo
            sin embargo sólo esto decimos con seguridad: que los monumentos más só-
            lidos en este asunto, mientras lo permitió, nos consultaron. Pero, por qué? Y
            no somos, en fin, quienes defendamos la pulida ortografía en nuestro traba-
            jo, aunque se nos anuncia como que reparamos cualquier error en la parte
            principal o en la espalda o bien, como Rivar (en el Espectador inglés tomo 2)
            pagamos dinero, preparados, por todos los medios, a la enmienda, tanto de los
            censores como de los lectores. Que estéis bien.

                                               NOTA


                    Ya Séneca había advertido que el común de los hombres se divide en
            una parte que elogia, y otra igual que emula: Quan magnus mirantium, tam
            magnus invidentium populus est.  En las Tragedias de Eurípides, uno de los
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            Actores, acusa a Hércules de cobarde: es decir, que hay un hombre que no es
            del parecer del género humano, y desmiente a toda la tierra.  Así, aspirar
                                                                        150
            al general aplauso, es una quimera que no puede adoptarse por un espíritu
            sensato. El menos preocupado conserva siempre un amor de preferencia a
            sus propias obras, que en ellas solas le hace encontrar un deleite, que en vano
            desea descubrir en las demás: Sic se res habet; te tua, me delectant mea.  Por
                                                                                151
            ese mismo atractivo, y ese interés, no es posible sufrir con tranquilidad los fu-
            riosos esfuerzos de la injusta crítica. Por rebajar el mérito de la Relección que
            acabamos de exponer, se ha producido en diversos medios, que por su misma
            contrariedad descubren el despreciable principio que las anima. Ya se asienta,
            que en el estrecho tiempo que se señala la Academia para estas Actuaciones,
            no podía formarse, por ser muy ceñido, aun para compilar las Leyes de que se
            usa. Yo diría lo que en otro tiempo unos grandes Poetas:


                     Vis ergo iníer nos, quid possit vterque vicissim Experiamur?
                                                                            152
                                 Detur nobis locus, hora, custodes?
                                Vide amus vter plus scribere possit.
                                                                153


            ____________
            149. De Vita beata cap. 2.
            150. Mr. Freron Afio literario 1759.
            151. Cicero Lib. 5. Tusculan. § 22.
            152. Virg. Eglog. 3. vers. 28.
            153. Horat. Satyr. 4 Lib. 1 vers. 15.


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