Page 211 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José Baquíjano y Carrillo
(Cap. 99).— No culpo, vuelvo a decir al pueblo, es incauto como todos,
se deja sorprender muchas veces por lo más increíble. El rey es su padre, es su
tutor, es su consejero. Conozco, con dolor de mi corazón, que debe corregirle
pero, del modo que conviene a aquellos títulos. Por su temperamento es dócil
y proporcionado a ser conducido, más que con el rigor, con los buenos ejem-
plos. El principal: la obediencia y confianza en su soberano, y el desinterés
en sus ministros superiores. Este ha sido siempre mi dictamen. Así lo tengo
informado a su majestad y no me lo han hecho mudar ni las contradicciones,
ni las calumnias, ni los levantamientos. Sé la ternura de su santo y piadoso co-
razón. Con ella deseo que temple la severidad de su justicia y que vea sus vasa-
llos delincuentes como hijos descarriados, a quienes el castigo no les sirva sino
de volver a entrar en las sendas de la verdad, con gusto y con arrepentimiento,
bien conducidos y gobernados. Así creo yo, sí me es lícito dar este dictamen,
deben ser mirados estos vasallos e igualmente la causa del señor Guirior.
... Esta [la adulación] la recibía con gusto, y con aplauso la murmuración
de las leyes de Castilla y celebridad de las de Navarra; el que llamase a los caste-
llanos unos sucios; a los andaluces unos traidores y otros semejantes epítetos a
las demás provincias, que hablase del Consejo de Indias con el último desprecio,
siempre que le desaprobaba alguna resolución; que hiciese de los golillas ludi-
brio y mofa. Todo esto se le celebraba como gracia y se le repetía como axioma
¡Ojalá hubiese pasado aquí y no hubiese tenido la debilidad de exagerar la fuerza
y poder de los ingleses! Esta falta de reflexión ha dejado muy malas impresiones
y pudiera haber sido muy perjudicial en las actuales circunstancias.
(Cap. 102).— [No todos son partidarios de Guirior] al menos los más
o casi todos, lo compadecen por su edad, por su afabilidad, por su cortesanía;
y, aunque ninguno ignora el modo con que hablaba lo atribuyen a la vejez y
costumbres militares. Difícil es dar prueba de mis palabras porque la gente o
trata de no comprometerse; o procura atenuar lo dicho, de modo que si no
miente, tampoco dice la verdad.
(Cap. 103).— En esta especie de expedientes son muy fértiles los ge-
nios de este país y tienen un tal hábito al disimulo que no es fácil penetrarlos
cuando quieren encubrirse... son infinitamente sagaces para indagar e intro-
ducirse en las confianzas; infinitamente combinadores para inferir de una pa-
labra, de un movimiento, de una acción, la más indiferente; son muy fáciles en
hablar y fían con la misma ligereza todo lo que saben e infieren.
FUENTE: A.G.I., Lima leg. 783 (Residencia de Guirior), fol. 184-202 v.
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