Page 216 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen 7
Causas criminales contra los rebeldes
Manuel Espinavete López
(rubricado)
[Declaración de Francisco Molina. Mayo 26, 1781].
En la ciudad del Cuzco en veinte y seis días del mes de mayo de mil
setecientos ochenta y uno, compareció Don Francisco Molina, quien bajo de
juramento que hizo, según derecho de decir verdad en lo que supiere, siendo
preguntado sobre que diga cuanto sepa, relativo a las dos personas contenidas
en el auto antecedente, dijo, conoce a ambos, que Escarcena, quien sabe vino
de Arequipa y lo introdujo en casa del rebelde, Mariano Banda, y se ocupaba
en escribir cuanto le mandaban. Que oyó decir a Escarcena saliendo del obra-
je de Pomacanche que le decía al /. 35 rebelde no hiciese caso de los que le
trataban con cariño y llamaban taitai y que él como entendía de papeles sabía
el tratamiento que se le debía de dar. Que igualmente le oyó a Escarcena, que
la mujer del rebelde le había proveído de todo y le trataban con tanto cariño,
que Antonio Bastidas, tenía celos de él. Que alentaba a los indios, animán-
dolos para que no desmayasen y a todos les trataba con desprecio, como que
tenía confianza en la casa. Que vino con el rebelde a Piccho, en cuyo tiempo
se entro a esta ciudad. Que a Mariano Banda lo vió como que era de toda la
confianza de la casa, quien expedía cuantas providencias eran necesarias y
escribía cartas, lo, que sabe el declarante porque las veía leer y entraban con-
tinuamente los indios todos los días. Que cuando el rebelde estaba ausente
escribía y firmaba las cartas a nombre de Micaela. Que le contó al declarante
había recibido el rebelde una carta del Cuzco, en que decían sin nombrar el
sujeto, que estaba preparado un veneno, el que habían experimentado con
los perros y habían reventado Que cuando se huyó de Piccho permaneció en
Quiquijana, de donde lo trajeron preso a esta ciudad, lo que oyó el declarante.
Que es lo único que sabe y puede decir la verdad, so cargo del juramento que
tiene fecho, en que se afirmó y ratificó, siéndole leída su declaración, dijo ser
de edad de cuarenta y ocho años y la firmó con Su Señoría de que doy fe.
Una rúbrica
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