Page 700 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Volumen 6
Causas criminales seguidas contra los rebeldes
En la ciudad del Cuzco en tres días del mes de julio de mil setecientos
ochenta y un años, en continuación de esta probanza, producida por parte de
Don Francisco Molina y Don Francisco Cisneros, hizo comparecer a Don Ro-
que Jacinto Yuber, español, preso en este cuartel principal, de quien le recibí
juramento, que lo hizo conforme a derecho por Dios Nuestro Señor y a una
señal de cruz, so cargo de él prometido decir verdad en lo que supuiere y le
fuere preguntado y siéndole al tenor del interrogatorio de las fojas anteceden-
tes, declaró en la forma siguiente.
1a A la primera pregunta dijo, que es cierto y le consta al decla-
rante el contenido de esta pregunta y responde.
2a A la segunda pregunta dijo, que ignora todo el contexto de ella,
por haberse hallado en esa ocasión ausente y responde.
3a A la tercera pregunta, dijo, que es notorio que el rebelde puso
horcas para amedrentar las gentes hasta que entró nuestra tropa, en cuyo
tiempo entre este declarante y otros compañeros suyos, hicieron pedazos di-
cha horca, con la cual los tenía subyugados a su mando. con la orden de que
muriesen los inobedientes y cree el declarante que el temor de perder su vida
Don Francisco Molina, le hizo huir a Tungasuca, más no de su voluntad y res-
ponde.
4a A la cuarta pregunta dijo, que sabe y le consta de /40v ciencia
cierta que Don Francisco Molina interpuso muchas súplicas y ruegos, las que
se enuncian en esta pregunta, para separarse del rebelde y y de que éste con el
apercivimiento de que lo haría morir si se retiraba de Tungasuca, por lo que se
vió precisado a mantenerse en él y responde.
5a A la quinta dijo, que es muy cierto, que no solo Molina, aún los
más españoles que fueron leales al Soberano, si acompañaron al rebelde en la
expedición de Piccho y Pucacasa fueron coactos y forzados y por el engaño,
que al principio padecieron de ser convocados para el real servicio, y respon-
de.
6a A la sexta pregunta dijo, que no le vió a Don Francisco Molina
ejercer los cargos de Coronel, ni de otro cualesquier empleo, que aunque el
rebelde lo eligió por su Coronel no lo aceptó fuera de que los indios lo repug-
naron y responde.
7a A la séptima dijo, que le consta al declarante, que Don Francis-
co Molina no levantó armas ni mató a persona alguna, ni cargó más armas que
las pistolas de su uso, por cuya razón el rebelde lo sonrojaba teniéndolo por un
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