Page 703 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            de los españoles de la alianza para prehender o matar al rebelde y que aún
            tuvieron prevención de cuchillos, los que pusieron en astas, para que sirvieran
            de rejones y responde.
                    28a    A la veinte y ocho dijo, que es muy cierto todo lo expresado
            en esta pregunta, porque el rebelde ya estaba exhausto de gente y armas y si
            hubiera regresado de Ocororo a invadir esta ciudad hubiera sido aprehendi-
            do por sus vecinos; porque también todos los españoles de Sicuani ya habían
            conocido el engaño que les hizo y habían pasado a /.43 publicar la traición del
            rebelde y responde.
                    A la última pregunta dijo, que todo lo que lleva declarado es muy cier-
            to de público y notorio, pública voz y fama, y la verdad so cargo de juramento
            que fecho tiene, en que se afirmó y ratificó leída que le fue esta su declaración
            dijo, ser de edad de sesenta y dos años, que no le tocan las generales de la Ley
            y lo firmó de que doy fé.— Enmendado: so cargo.— Vale.
            Roque Jacinto Yuber  (rubricado)
            Ante mí
            José Agustín Chacón y Becerra
            Escribano Notario Público de su Majestad
            (rubricado)

            (Al margen: 3º— Don Miguel Zamalloa)
                    En dicho día, mes y año, en continuación de esta información recibí
            juramento a Don Miguel Zamalloa, que lo hizo por Dios Nuestro Señor y a
            una señal de cruz, en forma de derecho y so cargo ofreció decir verdad en todo
            lo que supiere y le fuere preguntado, y siéndole al tenor del tercer otro si del
            escrito de fojas y continuadamente al tenor del interrogatorio de fojas /.43v
            declaró en la forma siguiente.
                    Declaró que un día a tiempo de dárseles de comer a los presos Juan
            Esteban Escarcena conversó con Manuel Galleguillos, sobre que Molina y Cis-
            neros habían sido testigos adversos a ellos, pero que también no se les irían de
            alto, pues ellos también dirían contra ellos cuando se ofreciese y responde.
                    1 a , 2 a y 3 a .— A la primera pregunta del interrogatorio dijo, que es
            cierto y le consta de ciencia cierta al declarante todo lo expuesto en esta pre-
            gunta; como también lo de la segunda y tercera, porque Don Francisco Mo-
            lina solo atemorizado con el perdimiento de su vida y hacienda, pudo haber
            ido a Tungasuca muy esforzado y contra su voluntad, porque además de su



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