Page 52 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Volumen 6
Causas criminales seguidas contra los rebeldes
nombradas o cabezas de motín, además de ser incluído en el perdón explicado
obtendrá el premio que mereciere, ya sea con una buena cantidad de dinero
por una vez, o ya con un destino y renta equivalente, según lo he resuelto en
premio de su fidelidad, a favor de los famosos y leales beneméritos caciques
de los pueblos de Anta y Chinchero, concediéndoles por los días de su vida y
en atención a sus heroicos servicios, los sueldos de capitanes vivos de ejército,
que es en esta América el de ochenta pesos mensuales que han de gozar y co-
brar en estas reales cajas; cuya gracia extenderé proporcionalmente también a
todos los de nuestro ejército que se distingan o se hayan distinguido del pro-
pio modo, para ejemplo y dolor de los demás que debiendo no los han imita-
do, en una causa que los era tan obligatoria y dulce, como lo es la de mantener
en estos dominios la autoridad y obediencia del rey. Y porque puede alguno
de los no incluídos en este perdón y premios, y si en el número de los cabezas
o principales jefes del insurgente quieren o desean, ya arrepentidos, en obse-
quio de la causa pública y su salvación entregar al mismo Túpac Amaro o a sus
hijos, hermanos, mujer, cuñados o parientes inmediatos que sirven bajo sus
órdenes, para que sufran el justo y condigno castigo de su aborrecible crimen,
como que es el más grave de los que se cuentan en el género de los de lesa
majestad; declaro de la misma forma que por esta acción recibirá el indulto de
su vida, así el que tal hiciese como el que le ayude inmediatamente, con cuya
seguridad o gracia y la de la palabra real que empeño a este fín; me prometo
que se desvariarán de sus execrables ideas unos y otros, entregando a los que
tan enorme y desenfrenadamente, los han expuesto y cargado de delitos, y que
se dejarán todos persuadir de los remordimientos con que es preciso les esté
acusando su corazón, y la desabrida y fundada esperanza de los castigos a que
se han hecho y hacen acreedores los que no abandonen desde la publicación
de este indulto su desgraciada compañía; o los que no entreguen, pudiendo
según me persuado, a estos primeros motores de una rebelión que tanto ha
ofendido a Dios, al rey, a estas provincias, a sus habitantes y a la nación india-
na y española que siempre ha adorado como es justo el santo nombre de fiel y
amante del trono que la rige. Y para que llegue a noticia de todos los pueblos
y lo puedan entender los que se hallan alzados y aun las mismas tropas del
rebelde, se publicará por bando en el idioma respectivo este perdón de los que
se reduzcan o vengan a nuestro auxilio como les toca; y el premio ofrecido
a los que entreguen las personas expresadas, según sus clases, fijándose una
copia de él rubricada por cada uno de los comandantes en los pueblos o sitios
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