Page 148 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Volumen 6
                                                         Causas criminales seguidas contra los rebeldes
            latrocinios, embargando ni con otro pretexto alguno que arbitran los jueces,
            comisionados y otros ministros, antes a estos procurará imponerles con pena
            de muerte no falten a las expediciones de guerra con toda su gente armada,
            amonestándolos al cumplimiento de mis justas determinaciones que se den
            en defensa nuestra y en contra del mal gobierno y latrocinio de los europeos,
            que saquean el reino de cuya sangre se han mantenido, y quieren mantenerse,
            por lo que han procurado darnos tan fuerte guerra y persuadirnos con título
            de paz, para después acabar con nuestras vidas, y que nuestras castas queden
            para siempre con el vil título de esclavos alzados; por lo que mando y encargo
            que ha dicho mi sobrino don Andrés lo traten como a mi misma persona, que
            va a defenderlos y guiarlos por el camino de la verdad. Tinta, Abril 4 de 1781.


                                                         José Gabriel Tupa Amaro Inca
                                                                             (firmado)



            (Al margen: Combapata, Checacupe, Pitumarca, Lauramarca, Marcapata,
            Acongate, Catca, Huasac, Caicai, Colquepata, Larec y todos los pueblos de mi
            dominio).


                    Los jueces, comisionados, coroneles, capitanes y demás jefes de mi
            dominio, notificarán a los pueblos citados al margen, se retiren a sus habita-
            ciones, así españoles como los indios, a quienes prevendrán dichos mis jefes,
            haberse alcanzado la justicia que se pretendía, de que se quitasen repartos de
            corregidores y demás pensiones que sufrían, todo lo que se ha conseguido
            mediante el celo y la grande claridad con que han procedido el señor visitador
            y el señor inspector general, mediante lo cual amonesto, requiero y ruego, que
            sin moción alguna, bajo de la palabra real, se retiren a sus moradas dando
            infinitas gracias a Dios por tan grande beneficio; con apercibimiento de que
            no haciéndolo serán castigados por inobedientes y desagradecidos a beneficio
            tan grande, con la severidad más fuerte, descargando nuestro monarca todo el
            brazo de su justicia sobre ellos.
                    Y encargo con todo el amor que les debo a los españoles e indios, se
            amen unos a otros sin perjudicarse en sus personas ni bienes, antes unidos
            y conformes, se presentarán a la presencia de dicho señor inspector general
            para que le restituyan la obediencia que le tienen violada. Campo de Tinta y



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