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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            la comprehension de ambos virreynatos, para que con respecto a lo sagrado
            del trono y la soberania que se vulnera enormemente quando se desatiende
            directa o indirectamente con positivo influxo hazia los torpes designios de
            los sublevados o prestandoles reprehensible connivenzia los haga reconozer
            de sus autores, dando las providenzias que sean capazes de curar las heridas
            que ha recibido este respectable cuerpo, en algunos de sus individuos o delin-
            quentes o flacos y timidos mas allá de lo que pedia su caracter, su ministerio
            y la santidad de su estado. Confiesso Señor Excelentissimo que al imponerme
            en su contesto quede intimimante sorprendido, pues desde los prinzipios de
            tan tragica fecha me he desvelado en inspirar a todos verdaderos sentimientos
            de fidelidad y amor al amable monarca que nos domina, haziendoles enten-
            der que tienen una ligazon y armonia inseparable las causas de Dios y de la
            Religion, con las del vasallage de que son monumentos incontestables mis
            repetidas pastorales y cartas monitorias. Y como he llevado por maxima la
            mas importante y nezesaria en las pasadas criticas revoluciones, no entrar la
            mano (Al margen: Ojo) en asuntos que puedan alterar la buena armonia aun-
            que ellos sean de los que pertenezen a mi fuero, prudentemente previne para
            que el Superior Magistrado o quien tenia delegada las sublimes facultades
            de Vuezelenzia tomara su conozimiento ahsteniendome assi de odiosas (Al
            margen: Ojo) competenzias, que entorpezieran el servizio del Rey y la eficaz
            atenzion de la causa publica, aunque por otra parte se criticase este mi modo
            de prozeder, me escuse en aquella ocasion devolviendo las cartas con mi res-
            puesta de quinze del propio mes al señor Ministro, que se tenia abrrogcidas
            las de otros eclesiasticos. Con este motivo el señor Vissitador General estando
            para arrancar a essa capital repitio ofizio acompañando los expresados papeles
            con el dictamen que produxo en carta de diez y seis del mismo mes y se reduze
            a que haziendo yo reconozer las cartas a los eclesiasticos que las escribieron
            reprehenda una y otra clasula, que esta impertinente o viva y agena de sus
            ministerios santos a fin de que se enmienden que a adbertir en ellas alguna ac-
            cion directa de favor hazia los deprabados intentos de Tupa Amaro las hubiera
            reduzido a prozesso formal con las demas reflexiones que de ella parezen y
            dirijo con la del señor Oydor originales y mi contestazion en copia para mejor
            inteligenziar a Vuezelenzia. Lo que supuesto y practicadas las diligencias remi-
            to a Vuezelenzia las que se me pasaron sin expresion de su numero, que quedo
            en blanco en el ofizio de dicho señor ministro y se reconoze, las que son diez y
            ocho, con una esquela firmada sin poderse averiguar el sugeto que la escrivio



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