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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            ochenta y cuatro.— Besa la mano de vesa merced su atento servidor.— Juan
            Manuel Obispo del Cuzco.—


                    (Al margen: Respuesta).
                    Ylustrisimo señor.— Muy señor. Contestando a vuesa señoria ylus-
            trisima el oficio que antecede, devo exponer lo siguiente: Que vuesa señoría
            ylustrisima al primer golpe del revelion fulminó censura contra el revelde y
            sus sequaces haciendo circular los cedulones por las provincias sublevadas,
            los que entre los vellos efectos que causaron, produjeron el de separar de la
            provincia de Chumbibilcas mas de setecientos mestisos que havian abrasado
            las banderas del rebelde y de los que se formó el regimiento de cavalleria li-
            gera.— Las continuas pastorales con que exortaba vuesa señoría ylustrisima
            a los feligreses a la obediencia debida al soberano y desistimiento de la infiel
            sacrílega faccion que seguían, no fueron poco utiles, como tamhien las cartas
            ordenes con que vuesa señoría ylustrisima detenía a los curas en sus doctrinas
            aun a pesar del temor que devia causarles la infidelidad de sus propios feligre-
            ses para que predicasen a estos que su sublevacion eran contra Dios, contra el
            Rey y contra la Patria. Hago esta aseveracion por haver llegado a mis manos
            dirigida por un cura una de estas cartas. Como los curas eran los unicos fieles
            que se concerbaban en las provincias rebeladas, comunicaban a vuesa señoría
            ylustrisima los mas oportunos avisos del estado e ideas del revelde, los que
            vuesa señoría ylustrisima pasava a la Junta de Guerra y al señor Visitador Ge-
            neral. No me es menos manifiesto el influxo de vuesa señoría ylustrisima para
            que el clero así secular como regular erogase un donativo de serca de treinta
            mil pesos y que a el primero lo redujo vuesa señoría ylustrisima a compañías
            y a manejo de armas el que se les enseñó en su propio palacio, como a igual
            paso las misiones, rogativas y procesion de penitencia que de su orden se hi-
            cieron.— No fueron menos utiles los misioneros asi seculares como regulares
            que a impulsos de vuesa señoría ylustrisima penetraron a las provincias suble-
            vadas y las cartas pastorales con que vuesa señoría ylustrisima en largo tiempo
            docilitó y desmontó el infiel corazon de Diego Christoval Tupac Amaro para
            que accediese al indulto.— Conose todo este publico las incomodidades que
            tolero vuesa señoría ylustrisima en el transito de Siquani en la penosa estacion
            de aguas y que su activo influxo fue el que atrajo desde Azangaro a dicho re-
            belde.— Don Antonio Ternero a lo que ahora recuerdo le dijo a vuesa señoría
            ylustrisima en mi presencia: Que viniendo de pricionero del rebelde, le oyó



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