Page 29 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
P. 29
Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
devemos al trono estos deveres tocan con inmediacion en nuestra persona
incignemente distinguida y exaltada por el catolico monarca que felismente
reyna: El es el que reos ha coronado de gloria y onor desde nuestra menor
graduación hasta la cumbre del saserdocio en que nos hallamos gobernando
sin merito esta yglesia. Solo por un efecto de bondad suprema en la tierra; y
no dariamos satisfaccion cabal a nuestro agradecimiento sino tuviésemos u la
mano aquella tan elegante como justa produccion del amor de un venerable
prelado: (A) El trata sobre el origen del vasallage y contraiendose al intento
que le inspira a lo mas intimo del corazon el veneficio y la verdad esplica sus
sentimientos en estas palabras Siendo nuestros reyes españoles la defensa y
muros de sus vasallos y comprando con su travajo nuestro sosiego en que so-
mos tan interesados los obispos haviamos de pretender serlo; quando no fue-
ramos sus vasallos. Elegantes expresiones de que no es licito servirnos oportu-
namente para desaogar deseos que tenemos de hacer participantees a nuestros
diocesanos de nuestra fidelidad y gratitud a nuestro señor el gran rey Carlos
tercero. Exortamos pues a todos los estados y personas de nuestra jurisdicion
y territorio para que uniendo los corazones con el nuestro digamos a una voz,
que sino fuesemos vasallos de tan augusto principe derramariamos la sangre
por serlo: = Acaso sera este expontaneo movimiento de la voluntad solo efec-
to de nuestro interes en la colocacion que gosamos? No permita Dios que sean
tan inperfectos los motivos que nos impelen a una tan justa confesion: Bien
savemos que los veneficios demandan efecto de correspondiencia; pero quan-
do ai causas de naturalesa mas noble prefieren ellas y es asi que nuestro amor
al soberano reynante reconoce origen mas puro en la misma razon y cónoci-
mientos fundados en incontextables hechos: Ha Señor habrá quien no este
penetrado del mas vivo comvencimiento de que el señor don Carlos tercero es
un principe justo, amable, amante de sus vasallos, tierno y generoso con ellos?
El vegnino sin exemplar pues aun biendo su soberania de un cuerpo de regu-
lares que dió merito a su expatriacion expide sus ordenes para el remedio solo
forsado de la obligacion y encarga conpasivo el buen tratamiento de los indi-
biduos aun teniendo justamente ocupados las temporalidades del gremio que
le indignó las impende en auxilio de los expulsos: Los caudales que reconocen
piadosas pensiones se destinan a las yglesias y diferentes obras agradables a
Dios y útiles al publico segun lo demuestran las aplicaciones hechas en los
reinos de España, y en estos: Puede haver menor bondad y mas religión en un
príncipe christiano? Y por ultimo esta magestad tan catholica en su real decreto
28