Page 152 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
                                                            La defensa del obispo Moscoso: Cargo 7º
            tubo con dicho Corregidor don Antonio de Arriaga. A lo que devo decir: Que
            supe positibamente que dicho don Antonio de Arriaga visitava a vuesa seño-
            ría ylustrisima con las satisfacciones de amigo: que igualmente le visitó vuesa
            señoría ylustrisima en su casa, y que estando vuesa señoría ylustrisima en una
            hacienda de don Miguel de Velasco en el pueblo de San Jeronimo distante dos
            leguas de la ciudad del Cuzco pase a Visitar a vuesa señoría ylustrisima y que
            allí me detubo quatro días dicho don Miguel de Velasco, y que en ellos comio
            alli dos días consecutivos don Antonio de Arriaga, que en la mesa se sentó
            al lado de vuesa señoría ylustrisima a la cavezera. Ygualmente supe le hizo a
            vuesa señoría ylustrisima dos o tres empeños, y me consta que el uno de ellos
            se redujo a pedir a vuesa señoría ylustrisima que la comision que tenia dada al
            Doctor don Vicente de la Puente para ciertos particulares asumptos a favor de
            la yglesia de Yauri, y contra su cura don Justo Martines; se le quitase y se comi-
            sionase otro eclesiastico, como efectivamente lo consiguió nombrando vuesa
            señoria ylustrisima por remosion de dicho Puente al Doctor don Faustino Ri-
            vero cura de la parroquia de San Sebastian elegido por el mismo Arriaga. Asi
            mismo tengo presente que el segundo día despues de la mesa retirado vuesa
            ylustrisima a la siesta, entró don Antonio de Arriaga a donde vuesa señoría
            ylustrisima estaba reposando, habrió las puertas que estaban cerradas (lo que
            notaron todos los circunstantes de aquel dia) sin que despues de ido se huviese
            notado en vuesa señoría ylustrisima displicencia alguna en haverle quitado su
            reposo lo que claramente prueba la amistad, y satisfaccion con que dicho don
            Antonio de Arriaga y vuesa señoría ylustrisima se manejaban. Ultimamente
            noté en vuesa señoría ylustrisima demostraciones de grande sentimiento, y
            ternura quando tubo sertidumhre de la muerte de don Antonio de Arriaga,
            pues por muchos dias quedó vuesa señoria ylustrisima echandole un respon-
            so en su mesa, despues de comer y le mando decir misas.— Asi mismo noté
            en virtud de la frequencia con que yo visitaba a vuesa señoria ylustrisima la
            buena harmonia, cariño y afabilidad con que se manejaba con todos los juezes
            y corregidores; siendo los primeros que vuesa señoria ylustrisima hacia com-
            bidar, y sentar en su mesa, siempre que hacia algun extrahordinario en ella.
            Lo que pueden declarar a favor de vuesa señoria ylustrisima todos los vesinos
            de honor de la ciudad del Cuzco y los prelados de las religiones, a quienes
            siempre veia asistir en muchos dias del año. La harmonia y urbanidad con que
            vuesa señoria ylustrisima se portó con el señor Visitador don Josef Antonio
            de Areche y con el señor Ynspector don José del Valle fue constante al mundo



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