Page 118 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
                                                            La defensa del obispo Moscoso: Cargo 6º
            acojo qual otra Magdalena sin apartarme de ellas, llorando sin cesar mis des-
            aciertos; que con ellos he indignado su amabilidad y corazon tan propenso a
            hacer bien, justamente lo he irritado, pero quien confiesa sus delitos esta mui
            cerca del perdon y absolucion de mi Padre y Señor. No me lo ha de negar por
            quien es como tambien el que me conceda el unico consuelo de continuarme
            aquí siquiera mientras me aquieto algo mas, que aora todavía voy bolviendo
            en mi, y asi reconozco el gran favor y bien que me ha hecho Usia Ylustrissima
            de haverme trasladado a este paraíso o cielo abreviado, que no es otra cosa
            este convento, havitando en el angeles en carne humana abrasadas en calidad,
            llenas del espiritu de nuestra serafica madre Santa Theresa. No se oye cosa
            que alabanzas de Dios, esta si que es vida, Padre mio, y ojala mereciera la di-
            cha de eternizarme aqui por la mas inferior criada. A mi Madre Priora la he
            merecido las mayores atenciones y cuidado velando en mi como verdadera
            madre; ¿Qué dire de las demas que ya no hallo voces como hallo merito nin-
            guno y lo haran por meramente por Dios, y despues por las recomendaciones
            de mi Padre y Señor. Dios se lo pague y en premio le conceda mucha salud y
            vida para mi amparo y consuelo y despues la gloria eterna.— Señor y Padre
            mio, la causa porque pedi el ir a Santa Clara, por ver si de alli podria dar mis
            cuentas, pero Usia Ylustrisima con especial impulso del cielo me remitio aca,
            y solo le suplico me conceda el desahogo y unico alivio embiandome al señor
            Provisor para tratar sobre mis cuentas, haciendose cargo Usia Ylustrissima
            que soy una pobre muger que no entiendo de nada. Y en todo quanto Usia
            Ylustrissima quisiere mandarme, pecho por tierra estoy pronta a obedecerle
            con todo rendimiento, gusto y prontitud y lo unico que pido para consuelo
            mio y desahogo de mi espiritu es, que me continue aqui no mas y la asistencia
            del señor Provisor y mientras, espero las ordenes amables de mi Padre y Señor
            favorables a esta su pobre.— Ruego a nuestro Señor la importante vida de
            Usia Ylustrissima por dilatados años para amparo y consuelo mio.— Carmen
            y junio diez y ocho de mil setecientos ochenta.— Ylustrissimo Señor.— Besa
            los pies de Usia Ylustrissima su mas rendida hija y humilde sierva.— Madre
            Francisca del Trancito y Valdes.—
                    Concuerda con el original que se halla en los autos de la materia.

                    Juan Manuel Obispo del Cuzco (Rubricado)







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