Page 736 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen 4
Conclusión de la rebelión
Cruz, y dándoles a entender, lo que es prometieron de decir la verdad en lo
que fueren preguntados, quienes declararon lo siguiente.— Siendo pregunta-
dos en varios asumptos, que se ofrecieron como anexos y consernientes a esta
declaración, dijeron lo siguiente. Que estando los Indios ya enconados con los
españoles hombres y mugeres, todos con riesgo de sus vidas por los continuos
homicidios que iban executando en lugar sagrado, y fuera de él; no solo los
de este territorio, sino aun los de otros lugares, como Lampa, Carabaya, Pu-
puja, Taraco, Lares, Caica, y otros pueblos, que haciendo quadrillas de trein-
ta, o cinquenta, quince etcétera, bajaban en estos lugares, llegó a este Pueblo
el Doctor Don José Sauaraura, Clérigo Presbítero, teniendo una carta de el
Rebelde Josef Gabriel Tupac Amaro, con destino de passar al Cuzco. Y vién-
donos en estado tan miserable no solo nos consoló sino fervoroso de la paz,
sosiego y reconciliación que tuviéramos entre todos se subió al pulpito, y con
grandes lágrimas, exortó reprendió a los Indios, y les encargo el amor, que nos
havian de tener por ser próximos, y Christianos como ellos, y al mesmo paso
con vivas hoces les dijo, que les convenía sugetarse de promto a las amables
y suaves Leyes de Nuestro Monarcha, y señor, so pena de que no lo haciendo
serian pasados a Fuego y sangre, a estas voces hicieron un alarido dentro de
la Iglesia todos llorosos pidiendo el perdón y asidos al dicho Eclesiástico sin
quererlos soltar. De todo lo dicho digo el suplicante que tenía sertificación del
cura coadjutor, y de los Eclesiásticos del lugar. Añadió don Isidro Zalas, el otro
declarante de que a su vista le persuadió, al finado Luis Poma Inga Coman-
dante del Rebelde, para que a los Españoles los protegiera, quien prometió de
hacerlo así. Dijo mas este testigo de que esa mesma noche un Capitán de Cara-
bina hizo propio al Rebelde anoticiándole de todo lo acaecido quien dió orden
para que lo llevaran preso, y agarrado de su Santo Christo; y apresurándose
el predicho, para pasar al Cuzco le embarazó el denunciado Capitán, y en la
mesma puerta del Finado Poma Inga se trataron de razones, y tuvieron grande
contienda con peligro evidente de su vida, por haverse juntado los indios para
esta maniobra, y pasado que fué el puente de facto lo quicieron matar que a no
haver estado bien con los Indios de este Pueblo, quienes lo favorecieron como
a su cura Theniente, que lo fue un tiempo, realmente huvieran cometido este
Sacrilegio; pero los estraños se la juraron de que la havian de cobrar la traición
hecha a su Inca, donde quiera que le encontrasen, y que quedavan encargados
de darle aviso luego que logren verlo. Yo de regreso del Cuzco a Tinta oyeron
de ver, que el referido eclesiástico se hallava en muchas tribulaciones, y por
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