Page 726 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
                                                                      Conclusión de la rebelión
            y a Don Blas Sanches, hice restituir su plata labrada a Don Antonio Tapia, y a
            todos a quienes sus sequaces havian embargado, y rrobado sus cosas le hice
            pagar, y desembargar catorce mugeres españolas una de Pucará y otras de San-
            tiago a mi petición se bolbieron a sus tierras, y las de Ayaviri se quedaron. En
            Plaza pública delante del rebelde exorté a los Indios que no mataran españoles
            que no robaran las Iglesias ni destruieran sus fincas, y a este fin hice despachar
            varios edictos bajo su firma a muchos pueblos. Libertáronse los prisioneros y
            muchos están en esta ciudad de quienes puede Vuestra Señoría Muy Ilustre
            certificarse, mas afirmo in verbo sacerdotis tacto pectare ser assi como refie-
            ro.— Estando en el Pueblo de Tinta por orden suyo como atestigua la carta
            que entregué a Vuestra Señoría muy ilustre tuve el honor con mi modo de
            extraer a los Señores Sacerdotes de entre sus criados, y ponerlos en su mesa
            para que tuvieran buen tratamiento. Me introduje amigablemente por saverle
            sentrecamente sus proyectos, que los tenía comunicados con su mui amado
            Fhelipe Bermudes desempeñó sus asuntos mas arduos. Hiceme vedor de su
            carta por dos motivos, lo uno por penetrarme lo que pretendía, y darle a co-
            noser que hera bassallo del Rey, y quantas veces quería hablar con impersona-
            lidad con mi soberano, le reprendía, y hise que pusiera: El Rey mi señor, mi
            Monarcha: El Rey de España mi señor. Lo otro por mirar el honor de todos los
            señores constituidos en dignidad, a quienes quería ensangrentar en todos es-
            tados, y de paso dirigir sus sistema al perdón, y rendimiento, que deve aspirar
            a su Señor natural, como atestigua la carta borrador que entregué a Vuestra
            Señoría muy Ilustre, con mas otros papeles que le acompañaron. Interné a esta
            ciudad y por que entendiera que yo siempre aspiraba al honor de mi Monar-
            cha prediqué en el Pueblo de Quiquipana exhortándoles a que havian de ser
            muertos si no se sujetavan a las tropas españolas como refiere la certificación
            que presento. Merecí besarle las manos a Vuestra Señoría Muy Ilustre, y luego
            dí prolija cuenta de su estado tan destituido de sus peltrechos de guerra, caño-
            nes fabricado, bronce, Plomo, fierro, balas maestras, cartuchos de cañones, y
            fuciles, de los cercos fabricados para resguardo de la jente que le havía de be-
            nir de socorro de Tierra arriva.— En mi benida y buelta al Pueblo de Tinta por
            orden de Vuestra Señoría muy Ilustre con la carta respuesta al rebelde tuve el
            cuidado de traer muchos papeles que le pude substraer, y recoger, como fue-
            ran una carta de mas de doce fojas, fuera de la que yo truje, otra original, y
            tanto escrita a Arequipa, sobre el estado de Vuestra Señoría Muy Ilustre, otra
            de convocatoria sobre los Curatos, y otros edictos, cartas, y peticiones sueltas



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