Page 712 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen 4
Conclusión de la rebelión
La segunda Capellanía de este fundador tuvo la desgracia de que tres
mil pesos de ella fueran impuestos en obrage de Urubamba por instrumento
de doce de Octubre de mil setecientos ochenta y cinco, y por su destrucción
quedaron perdidos dichos tres mil pesos quedan únicamente dos mil sobre
unas casas sitas en la Parroquia de San Christobal de Cuzco, que oy se poseen
por el don Miguel de Asagra. Fue nombrado por Capellán en 6 de Diziem-
bre de mil setecientos cincuenta y uno el Señor Don Josef Isidoro de Quiroz,
como Colegial que fué de San Bernardo, pero como después pasó al de San
Martín en esta Capital, y actualmente existe en Arequipa, parece que le com-
prende también responsabilidad por los réditos que huviere persivido, mas
que las limosnas de las misas correspondientes a la numeración del Capital
que deberá prorratearse por expresa declaración del Juez Eclesiástico.
Otra fundación hizo de cuatro mil pesos para Capellanía colativa el
Doctor Don Christobal Albarez, para los colegiales de San Bernardo a cinco
por ciento con cargo de cien misas rezadas en el Altar de San Francisco Xavier
colocado en la Iglesia del Colegio del Cuzco su renta es de doscientos pesos al
año, por instrumento de 19 de Junio de mil setecientos dos ante Pedro Lopez
de La Serna; Tiene la calidad que habian de ser hijos legítimos los capellanes
y que por el hecho de que degen de ser colegiales los agraciados en el de San
Bernardo o que obtengan otro veneficio se pase a hacer nuebo nombramiento.
Se situó dicho Capital sobre unas Casas fronteras al Beaterio antiguo de Na-
zarenas. Y como el Capellán Don Francisco de la Sota, hijo lexítimo de Don
Matheo de la Sota dejó de ser colegial, y después pasó de Cura Quadjutor de
la doctrina de Coporague. Se halla bacante por su naturaleza ignorando quien
ha persivido los réditos sobre que se habrá de probeer.
Finalmente don Juan de Alarcón instituyó una Capellanía de Legos
con que cumplió el Reverendo Padre Menor, Fray Mariano de Muñoz, a nom-
bre del Albacea y herederos de cuatro mil pesos de principal, y doscientos
de réditos, con cargo de cincuenta misas rezadas, las que según instrumento
de primero de Febrero de mil setecientos veinte y quatro, ante Esteban de
Rabales en rexistro del Público Alexo Fernandez, cuio oficio pasó a poder de
Ambrosio de Arias de Lira, para que los Rectores del Colegio pudieran con-
cederla a hijos legítimos que pudieran elegir en calidad de Sacerdotes, o para
ordenarse a título de ellas cuidando mandar decir las cincuenta misas, y que
el Superarse sirviera de auxiliar al nominado hasta obtener el orden Sacro. Y
que con causa o sin ella pudieran los rectores remoberlos. En esta Inteligencia
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